Educación en Cárceles apunta a la continuidad y la masividad

El director de Educación, Gonzalo Baroni, explicó que también se busca mayor acceso a los talleres socio educativos que mejoran la convivencia

21.10.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

Las “alarmantes” cifras de reclusos que no saben leer ni escribir impulsaron al Gobierno a crear un plan educativo que pretende erradica Javier Calvelo – adhocr el analfabetismo y disminuir la reincidencia en la población carcelaria del país.

Así lo anunciaron las autoridades tras presentar la ruta de trabajo hacia un Plan Nacional de Educación en Cárceles.

Las cifras de analfabetismo revelan que un 11 % de los reclusos dijo no saber escribir y un 6 % no saber leer.

Además, el 23% de los presos cuentas con Primaria incompleta, el 25% con Primaria completa y el 30% Ciclo Básico incompleto, cuando desde 2008 la educación hasta enseñanza media es obligatoria en Uruguay.

“Estos datos son alarmantes. Esto es un relevamiento que viene desde el 2018, en una población muy cambiante. Este plan surge con la Ley de Presupuestos que está vigente en este gobierno, a propuesta del Comisionado Parlamentario para el Sistema Carcelario, Juan Miguel Petit”, explicó el director de Educación, Gonzalo Baroni.

«Petit nos propuso si nos interesaba ocuparnos de la coordinación de un Plan Nacional de Educación en Cárceles, que nos permite coordinar todas las medidas que vienen llevando adelante en propuestas educativas, pero además proponer nuevas alternativas, porque estos datos, además de ser alarmantes, no se condicen con los de la sociedad», agregó.

Los reclusos acceden a la educación Primaria y Secundaria, pero la discusión pasa por la continuidad y la masividad, explicó Baroni, ya que muchas veces son cambiados de módulos, de cárcel e inclusive de departamento.

La otra preocupación es generar un mayor acceso de la población carcelaria a las tareas educativas. “Además de la educación formal, está la no formal como los talleres socio educativos que mejoran la convivencia», apuntó.

Entre los privados de libertad, 1 de cada 3 tiene contacto con la educación formal, de los prácticamente 14 mil privados de libertad y los que acceden a otros tipos de propuestas. “Es un número cercano a la mitad, sin embargo, estamos muy lejos de las aspiraciones que tenemos», indicó el director de Educación.

«El Instituto Nacional de Rehabilitación viene trabajando desde hace mucho tiempo en la rehabilitación de personas privadas de libertad que es un debe que tiene el país», apuntó.

Recientemente el MEC en conjunto con el Ministerio del Interior, inauguró un aula móvil que se transportó a la cárcel de Las Rosas en Maldonado. “No solamente para la formación de privados de libertad, sino también para los operadores penitenciarios, porque también tenemos algunas carencias en ese sentido», indicó.

«Como sociedad y como Estado nos debemos una gran discusión, hasta filosófica, sobre dónde queremos que las personas se rehabiliten y no simplemente se las excluya como en muchos casos está sucediendo», sostuvo.

El plan tiene tres fases, la primera que está en proceso de culminación, es el diagnóstico situacional. La fase 2 es la planificación, que ya fue presentado, y la fase 3, en el próximo año, es presentar un plan piloto que adapte las propuestas educativas, “ya que no es lo mismo enseñar en un centro educativo que en un contexto de encierro».

Foto: Javier Calvelo – Adhoc.