El choque silencioso: los inmigrantes y el sistema de salud en Estados Unidos
Pablo Tellechea, corresponsal de Justos y pecadores en Estados Unidos
15.10.2025 | tiempo de lectura: < 1 minuto

Cada año, cientos de miles de personas llegan a Estados Unidos en busca de un futuro mejor. Algunos lo hacen huyendo de la violencia, otros de la pobreza, y muchos simplemente persiguiendo oportunidades que en sus países de origen parecen imposibles. Pero al pisar suelo estadounidense, más allá de los sueños, se encuentran con una realidad compleja y muchas veces hostil: el sistema de salud.
Este choque con el sistema no es solo emocional o económico. Tiene consecuencias sanitarias reales. Enfermedades que podrían tratarse a tiempo se agravan. Embarazos que deberían ser monitoreados no lo son. Niños que necesitan vacunas o controles crecen sin atención. Y cuando finalmente acuden a una sala de emergencias, ya es tarde, o el costo es impagable. La paradoja del sueño americano.
En síntesis, es una paradoja brutal, en la primera potencia mundial, millones viven con un acceso limitado a un derecho básico. Y entre ellos, los inmigrantes, quienes muchas veces sostienen la economía en empleos esenciales son los más vulnerables. Personas que limpian hospitales, cuidan ancianos, cocinan para otros, no pueden cuidar de sí mismos.