El Galatasaray de Muslera y Torreira salva un empate en dos minutos de locura
Ambos uruguayos fueron titulares en la remontada del equipo turco, que perdía 2-0 a dos minutos del final
20.09.2023 | tiempo de lectura: 2 minutos
El Galatasaray salvó el empate (2-2) con dos goles casi seguidos en los últimos minutos y evitó la sorpresa del Copenhague, que con un jugador menos no pudo salvar un triunfo que parecía tener en la mano.
Cuando mejor habían sido los locales, los daneses aprovecharon su única oportunidad para adelantarse. Cuando el Galatasaray parecía perdido y sin reacción, hizo dos tantos sobresalientes que evitan un desastroso inicio en Liga de Campeones.
En una primera parte igualada, fue el Galatasaray el que estuvo más cerca del gol, con tres ocasiones muy claras. La presión turca creaba problemas al Copenhague en la salida de balón. Así nacieron las mejores oportunidades locales.
En una indecisión de la defensa danesa, Mertens filtró un balón a Icardi, cuyo remate despejó Grabara.
Y un error de Achouri estuvo a punto de acabar en gol, pero el tiro de Aktürkoglu, que minutos antes había mandado ligeramente alto dentro del área un toque sutil del atacante belga, se fue al larguero.
El Copenhague sufría por momentos, también amenazaba en alguna buena combinación, sobre todo por la izquierda, pero le faltaba remate. En una de sus mejores aproximaciones, Jelert colgó al segundo palo, Lerager le ganó a los defensas turcos y su dejada al medio del área la reventó a la red Elyounoussi ante la pasividad de la zaga local.
Mertens, el mejor del Galatasaray en ataque, tuvo el empate en un cabezazo que se fue cerca del palo, antes de que Larsson cerrara el primer tiempo con un tiro bien detenido por Muslera.
Se esperaba un vendaval turco en la segunda parte, pero el Copenhague no se inmutó y empezó a mover la pelota con sentido ante la impaciencia del rival y del público, acercándose cada vez más a la portería contraria.
Gonçalves avisó con un tiro que se fue alto por poco y, dos minutos después, el centrocampista portugués, en medio del caos del Galatasaray, remató sin portero un pase de Meling.
Ni cambiando el ataque parecía despertar el equipo turco, frente a un Copenhague que seguía jugando muy cómodo.
Con la inocente expulsión del lateral Jelert, el equipo danés pasó a jugar con cinco atrás y renunció al ataque. El Galatasaray tocó a rebato y llenó el campo de delanteros.
Ni así se acercaba el equipo de Okan Buruk, que parecía sin capacidad de reacción. El golazo de Boey, que conectó un cañonazo imparable desde un ángulo complicado, lo metió de nuevo en el partido. Y el tanto de Tetê, en una volea desde fuera del área que entró junto al palo, desató el delirio. Pero el Copenhague se rehizo bien y salvó al menos un empate.