El periodista Alfredo Carlos Dighiero recuerda a Eduardo Morea, primera parte

Dirección: Dra. María Magdalena Dighiero
Remasterización: Horacio Malnero

14.01.2023 | tiempo de lectura: 3 minutos

El periodista Alfredo Carlos Dighiero pone a consideración de la audiencia un reportaje de enorme valor que ha titulado conversando con Eduardo morera  09/01/1906 – 21/01/1997  realizado en la ciudad de Buenos Aires el 27 de diciembre de 1983. Este legendario pionero del cine había nacido en la República  Argentina donde desarrollaría toda su trayectoria, no era fácil llegarle a la profundidad de esa historia pues todos los recuerdos vividos eran de muy alto voltaje y prefería guardarlos en su corazón y en su alma. Quizás por ser los dos nacidos bajo el signo de capricornio, ese hielo fue desapareciendo y de a poco y en casi tres horas dejaba en la cinta grabada para siempre su voz, su emoción y su testimonio.

Narraba Morera que cautivado por la genial figura de Charles Chaplin, trataba de entrar en el incipiente mundo del cine y lo hacía como actor en la película que se llamaba «La borrachera del tango» esto era por 1928, no desentonando, pero dándose cuenta que en realidad no estaba dotado para eso, fue vinculándose a figuras cumbres del tango como ser Francisco Canaro, Enrique Maroni , Azucena Maizani, José Razzano, Charlo, y Carlos Gardel entre muchas más.

El advenimiento del cine sonoro había invadido el mundo y fue así que los » estudios valle » le ofrecía en 1930 la posibilidad de dirigir a Carlos Gardel en 15 canciones, las que algunas de ellas tendrían un simpático diálogo entre el mago y Enrique Santos Discépolo, con Francisco Canaro,  Celedonio Flores, Arturo de Navas, Irineo Leguisamo y una escena libretada por Enrique Pedro Maroni e interpretada por Gardel, la actriz Inés Murray y el actor César Fiaschi, que daba pie para que a posteriori  Gardel interpretara respaldado por Canaro y su orquesta el genial tango de Barbieri y Celedonio Flores «Viejo smoking».

Estas canciones fueron filmadas en los estudios que estaban ubicados en la calle México 832 en Buenos Aires y fueron estrenadas el 03 de mayo de 1931 en el cine Astral, Corrientes al 1641, obteniendo un buen suceso. De las quince originales están disponibles solo diez, una apareció hace algún tiempo y se trata del popular tango «El quinielero», después me recordaba Morera que otra era » Leguisamo solo » y  la canción «A mi madre».Sin duda alguna este primer paso de Gardel por la pantalla grande fue el preámbulo para lo que realizaría para la Paramount Pictures, primero en Francia y luego en norte américa.

Hasta fines de 1933 cuando el cantor inicia el viaje sin regreso, Morera lo seguía viendo a Gardel y este le contaba sobre las filmaciones en París en los estudios de Joinville  y además visitaba la casa del mago en el abasto donde conocía a la señora madre Bertha Gardés con quien mantendría una muy cálida amistad hasta el fallecimiento de la misma en julio de 1943.

Sucedida la tragedia de Medellín y cuando llegaban los restos de Gardel a su Buenos Aires querido, él tuvo la visión de filmar todos los detalles e inclusive de realizarle un emotivo reportaje a la señora Bertha que es todo un documento. Morera dirigiría otras películas «Ídolos de la radio » 1934, » Por buen camino » 1935, » Ya tiene comisario el pueblo » 1936, » Así es el tango » 1937,»Un bebe de contrabando » 1940 y «Melodía de américa » 1941. En los años 1980 publicó en un exitoso video el material filmado junto a Gardel, que se transformara en un gran suceso de venta en todo el mundo.

Le haría varios reportajes más a Morera, inclusive uno grabado en audio e imagen para canal 5, donde recorrimos con Morera todos los lugares de aquel Buenos Aires de la corrientes angosta que frecuentara con el morocho del abasto e inclusive llegamos con la cámara del operador a méxico 832, donde estaban los estudios en que había filmado con Gardel, hoy convertido en un estacionamiento de autos y recorrimos ese mismo edificio y los lugares exactos donde ellos habían estado en 1930, lo que a todos, pero especialmente a Morera le causaba un gran impacto emocional, pero esa es la misión del periodista, volver al lugar donde ocurrieran los hechos y con el propio protagonista.

Una entrega inolvidable, un documento testimonial al más alto nivel, como solo podrán apreciar en Así es Carlos Gardel.

En el mes de su natalicio y también de la desaparición física, un enorme tributo a la memoria de Eduardo Morera, apreciando sus relatos y evocaciones, de un tiempo y una época lejana, pero que no morirá jamás.

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