El periodista Alfredo Carlos Dighiero recuerda a Enrique Cadícamo

Dirección: Dra. María Magdalena Dighiero
Remasterización: Horacio Malnero

16.07.2023 | tiempo de lectura: 2 minutos

Fue el décimo hijo de una familia de inmigrantes italianos. Nacido en General Rodríguez y anotado en el Registro Civil de Luján, donde se mudaron en 1905, a los diez años se trasladó con su familia al barrio porteño de Flores.
A los 18 años, trabajó en el Consejo Nacional de Educación de Argentina junto con el poeta, periodista y político Leopoldo Lugones y Enrique Banchs (entre otros escritores).

A los 26, publicó su primer libro de versos, titulado Canciones grises, cuyos versos muestran influencia del modernismo y del tango, seguido de otros dos poemarios de idéntica tendencia literaria: La luna del bajo fondo (1940) y Viento que lleva y trae (1945). También publicó, entre otros libros, la novela Café de camareras (1969), sus Memorias y un libro dedicado a uno de sus amigos, El desconocido Juan Carlos Cobián (1972).

El primer tango que escribió fue Pompas de jabón, con música del pianista y compositor Roberto Goyeneche; fue el primero de los que le grabó Carlos Gardel. También fue el autor de Madame Ivonne, último que Gardel grabó en Argentina, antes de emprender la gira del 6 de noviembre de 1933 en que perdió la vida. A Pompas de jabón le siguieron otros 22 temas más, grabados por Gardel.

La letra de otro de sus conocidos tangos, Anclao en París, fue escrita por Cadícamo en Barcelona, España, en 1931. Se la remitió a Garlos Gardel, que por entonces se hallaba en Niza. Guillermo Barbieri, uno de los guitarristas del cantante, le puso música y Gardel la grabó poco después.
Otro de sus tangos, Tres esquinas, alude al cruce de las calles Vieytes y Osvaldo Cruz, en el barrio de Barracas, en Buenos Aires, y al café llamado entonces «Tres esquinas», situado en ese paraje. La letra fue escrita por Cadícamo en 1940, para una música compuesta previamente por el músico y director de orquesta Ángel D’Agostino, quien lo estrenó ese año con la voz de Ángel Vargas, quien cantaba con su orquesta.

Textos: Alfredo Carlos Dighiero

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