El viejo siempre me hizo pensar, señaló el escritor Marcelo Estefanell

Marcelo Estefanell recordó a su compañero del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros (MLN-T)

14.05.2025 | tiempo de lectura: < 1 minuto

Marcelo Estefanell conoció a José Mujica en 1972, durante la segunda fuga del exmandatario del entonces Penal de Punta Carretas. “Ahí empezamos la peripecia de la derrota juntos. Después él cayó a principios de agosto y yo el 12, unos días después. El pasó ocho años sin leer un libro mientras estuvo preso y durante meses atado con alambres”, sostuvo en Justos y pecadores.

Recordó cuando, ambos en la clandestinidad, “vivíamos a monte, prácticamente. Él fue el que me enseñó los criterios de seguridad para poder sobrevivir y que eran, por ejemplo, no entrar nunca más a un local del MLN, dormir a monte, con un nailon tubular, frazada gruesa y hacerlo donde nadie sabía. A veces, dormíamos juntos en los montecitos”.

Agregó que Mujica era “un rompe-esquemas” ya desde aquella época, un sello distintivo que mantendría durante toda su vida.

“Por aquel entonces le pregunté qué tal era la Unión Soviética y China, donde él había viajado. Yo tenía veinte y pico de años y él era quince años mayor. Me respondió: `aquello es horrible, es espantoso´. Para mí fue un mazazo. Le pregunté por qué, me dijo que solo vivían bien los militares y los funcionarios del Partido Comunista. Su respuesta me hizo pensar. El viejo siempre me hizo pensar”.

Texto: Justos y pecadores -  Foto: Javier Calvelo/adhocFotos