Flamengo y Palmeiras: cómo pasaron de la ruina a la gloria
Hace 10 o 15 años, los clubes estaban en la ruina
27.11.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos
Hace 10 o 15 años, Flamengo y Palmeiras estaban en la ruina: clubes fundidos, deudas impagables, sequía de títulos y manejos dirigenciales dudosos. A menos de dos décadas de aquello, se han vuelto los equipos más poderosos del fútbol más poderosos de Sudamérica.
En diciembre de 2012 el panorama para uno de los equipos más populares del mundo no podía ser peor: una deuda de unos 400 millones de dólares, sin crédito ni esponsoreo y con un solo título en 20 años (el Brasileirao de 2009).
Asumía como administrador Eduardo Bandeira de Mello, con las elecciones recién ganadas, y planteó dos pilares de gestión: dos años de austeridad absoluta y una mano a los socios. Lanzó la iniciativa “Nación Rojinegra”, logró que los 145.000 socios triplicaran sus aportes y prometió usarlos para bajar deuda.
Tres años después había refinanciado más de 500 procesos laborales de demanda, bajado la deuda y recuperado la confianza. A partir de ahí creció el esponsoreo, los ingresos por marketing y derechos de TV y la contratación de estrellas. Por ejemplo, Giorgian De Arrascaeta fue el pase interno más caro de la historia de Brasil y repatriaron a Gabigol de Europa.
A eso le sumaron ventas de jugadores de la cantera por más de 100 millones de euros, entre ellos Vinicius Jr y Reinier al Real Madrid y Lucas Paquetá al Milan. Y diez años después son uno de los más poderosos de América.
Los paulistas vivieron algo similar, con una diferencia, no tienen la popularidad de Fla para apoyarse en sus socios y salir del pozo. En 2002 Palmeiras bajó a la B del fútbol brasileño. Llevaba 18 años sin ganar la liga y 12 sin disputar una final continental.
A falta de socios para apoyarse, tuvieron un millonario: Paulo Nobre, un abogado que llegó al club en 2013 y prestó el dinero para saldar deudas, aprovechó su imagen y vínculos para ganar patrocinadores y construyó el nuevo estadio del club, el estadio Allianz Parque, con un modelo mixto de participación privada. Así, 15 años después de su llegada, el club va por su tercera Libertadores.