Inteligencia artificial: somos proveedores de datos

Columna de Carlos Vera

14.03.2022 | tiempo de lectura: < 1 minuto

Inteligencia artificial (I.A.) es la combinación de algoritmos y máquinas que replican las capacidades humanas; pero sin datos que proporcionemos a partir de nuestras vidas y costumbres la I.A. no sería posible.

Las expectativas de impacto de la ciencia en el 2022 y para los próximos cinco años es la Inteligencia Artificial (I.A.). La Humanidad está plenamente capacitada para crear máquinas robots (de hecho, un automóvil es un robot cuya inteligencia es quien lo conduce), para crear algoritmos, programas de computadoras (el aporte explosivo de las ciencias informáticas a partir de 1940), e incluso para diseñar modernas formas antropomórficas (manequíes) dentro de los cuales colocar esas máquinas con esos algoritmos.  También esos programas pueden “aprender” de ellos mismos.   Pero nada de esto es posible sin datos, sin datos para procesar y que hagan que ese “manequí” emule o repliquen nuestras propias capacidades.

¿Quiénes proporcionan estos datos? Esencialmente, nosotros mismos con nuestras actividades personales y colectivas, que nos perfilan tal cómo somos como individuos (incluso con nombre y apellido, con nuestros datos biométricos y de geolocalización), y como colectividad de individuos.

¿Cuál será el límite para la I.A.?  La primera Ley de la Informática de Isaac Asimov y la programación ética.

Foto: Javier Calvelo/Adhocfotos.