La pausa de Larriera en un «juego de caballeros»
De su salida de Peñarol, explicó: «se complicó porque hubo errores forzados y no forzados y pensé que iba a tener un poco más de espalda»
13.12.2022 | tiempo de lectura: < 1 minuto
Mauricio Larriera disfruta el presente después de su intenso pasaje como entrenador de Peñarol.
«Estoy en calma después de la vorágine de un año y pico de muchas emociones en el gigante, en Peñarol. Estoy tratando de no proyectar, de dejar fluir. No caer en la locura que nos pone ansiosos de pensar en el futuro», dijo en Derechos Exclusivos.
De su etapa en Peñarol, rescata la experiencia y aclara los motivos de su continuidad a pesar de haber sido campeón uruguayo: «No es mi premisa ser campeón y ándate. Por lealtad a la gente que me llevó y al plantel que me representó tanto. Ese es mi gran orgullo: me sentí representado por el juego desde el punto de vista estético y hasta contracultural con lo que es Peñarol. Con el valor agregado del legado de la convivencia; el valor humano. Hay una responsabilidad social: el fútbol para mí es un juego de caballeros».
De su salida, explicó: «Se complicó porque hubo errores forzados y no forzados y pensé que iba a tener un poco más de espalda».
Por último, opinó del Mundial: «Pensé que iba a ver más juego de posición y me pone feliz que no sea así, me aburre. Me vi sorprendido por la versatilidad de los equipos. Los que han trepado más son los que no tomaron la iniciativa en el juego. Brasil era el mejor. Francia me gustó de arranque. Creo que hay una gran influencia de la superioridad cualitativa. Los equipos que tienen buenos duelistas, sacan más rédito», concluyó.
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