Las crisis alimentarias en África podrían ser más «agudas» en 2023, dice MSF

Más de 35 millones de personas pasan hambre en África occidental y central

27.12.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos

La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó del riesgo de que las crisis de inseguridad alimentaria que han observado este año en varios países de África, causadas por factores como el cambio climático, la inflación o los conflictos, estallen de manera «aguda» en 2023.

Para MSF, «el año 2023 representa una continuación e incluso un posible agravamiento de las posibles crisis de inseguridad alimentaria que se han venido anunciando en 2022», dijo este martes en una entrevista con EFE José Mas, director adjunto de operaciones de la organización.

En este sentido, MSF pone el foco tanto sobre países del Sahel, como Mali, Burkina Faso o Nigeria, como en el Cuerno de África, incluyendo Somalía, Etiopía, Sudán y Sudán del Sur.

Más de 35 millones de personas pasan hambre en África occidental y central actualmente a causa de la inseguridad persistente y el alza de los precios tras la guerra de Ucrania y la pandemia de covid-19, según los últimos datos de las Naciones Unidas.

Los países de África oriental, por su lado, atraviesan la peor sequía de los últimos cuarenta años, que afecta a unos 20,2 millones de menores en Etiopía, Kenia y Somalia, un número que se ha doblado en los últimos cinco meses, también según la ONU.

«Estamos preparándonos para responder a posibles emergencias nutricionales que puedan ser derivadas de estas crisis alimentarias», señaló Mas.

Aunque la organización no ha detectado de momento «situaciones generalizadas de hambruna» en un país, sí que alerta sobre «zonas localizadas con indicadores muy alarmantes».

A finales de septiembre, por ejemplo, la organización informó sobre una crisis de desnutrición «catastrófica» en el noroeste de Nigeria, una zona que sufre ataques de hombres armados con mucha frecuencia.

En este sentido, MSF subrayó que muchas de estas crisis humanitarias se ven agravadas por los conflictos, como la guerra entre el Gobierno federal etíope y la provincia norteña de Tigré -que alcanzaron un acuerdo de paz el pasado 2 de noviembre tras dos años de combates- o el yihadismo en el norte de Mozambique.

«La guerra no solo impacta directamente en las personas, con muertos, heridos y violencia sexual (…) sino también de manera indirecta, causando desplazamientos forzosos o restringiendo su acceso a servicios de salud», según el trabajador humanitario.

Asimismo, para este 2023, Mas destacó los efectos de la covid-19 sobre los sistemas médicos de países con conflictos de larga duración, como la República Democrática del Congo (RDC) o la República Centroafricana (RCA), donde la pandemia interrumpió las campañas rutinarias de vacunación.

En toda África subsahariana, «estamos viendo enfermedades que vuelven a estar encima de la mesa, como el sarampión, y que son prevenibles a través de la vacunación», lamentó el cooperante.

Texto y foto: EFE