Laura Alemán: «El hotel San Rafael no se suicidó, lo mataron, lo demolieron»
La directora del Instituto de Historia de la Facultad de Arquitectura cuestionó el proceso que llevó a la demolición del hotel que calificó como «ícono»
09.02.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos
La directora del Instituto de Historia de la Facultad de Arquitectura de la Udelar, Laura Alemán, cuestionó en Justos y Pecadores el proceso que llevó a la demolición del Hotel San Rafael, en Punta del Este, al que calificó como “un ícono” que fue arrasado por intereses económicos.
Recordó los orígenes del edificio del Hotel San Rafael, proyectado en el año 39 por el estudio de los Campos-Puente-Tournier, una obra realizada en estilo Tudor, de origen inglés y que era parte de un proyecto mayor. “De una urbanización a partir de una zona de médanos que había en ese lugar, por eso era tan notable no sólo el hotel sino el entorno, con una atmósfera muy particular desde el punto de vista ambiental, que eso también es lo que está en riesgo ahora con el proyecto que se presenta”, dijo Alemán.
Para la arquitecta, el argumento de que había que demolerlo porque tenía problemas estructurales “es mentira, fue parte de una operación discursiva destinada a convencer de la necesidad de demolerlo. Era un edificio que exigía ciertas reparaciones porque su antigüedad y porque estaba en desuso”, y eso fue lo que llevó primero a votar una excepción para esa manzana para promover proyectos que lo salvaran del estado en que estaba en ese momento”.
Según Alemán, por el contrario, “la arquitectura puede dar muchas repuestas, nunca hay una única, y agregó que “queda al desnudo que no solamente no era la única opción sino que no fue la solución, que fue parte de una construcción retórica, porque lo que hicieron fue matarlo. Es algo indignante lo que ha sucedido, es una cuestión a todas luces que debería tener a todos los uruguayos alarmados”.
Alemán dijo que “cuesta mucho entender qué hay detrás de estos dos proyectos que se presentaron, que son impresentables y del proyecto que aparentemente se viene ahora, que de nuevo es un proyecto de altura con tres torres cuya torre más alta llega casi a los 300 metros”.
Consultada sobre si el nuevo proyecto incluye una réplica del viejo hotel, dijo que “no está claro” y afirmó que “si la incluye me parece patético, como una broma de mal gusto, tirar un edificio para luego replicarlo, se llama un “falso histórico”, dijo.
Respecto al argumento de que el hotel carecía de protección patrimonial, Alemán afirmó que “ahí hay claramente una omisión, como pasó con la Hostería Solana del Mar, que eso llevó a su demolición”.
Para la arquitecta “todavía estamos a tiempo de tener allí algo a la uruguaya, muy valorado, y lo que hacemos es seguir la corriente, con playas privadas, grandes alturas que hacen daño porque generan una falta de privacidad, si se construye ahora este nuevo proyecto tendremos un barrio de torres que ya tenemos, y se va a perder lo que es”.
Alemán fue contundente: “El hotel San Rafael no se suicidó, lo mataron, lo demolieron”.
Por último, manifestó que era muy pesimista “porque más allá de la pérdida del objeto, lo peor es lo que se viene, lo que provoca este tipo de mecanismo, sin planificación y a merced de la voluntad de un inversor que viene con el dinero”.
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