María Simón: «Sería un indicio de fracaso si volviéramos a lo que éramos antes»

La decana de Ingeniería dijo que se está volviendo a las aulas pero abogó por clases que combinen virtualidad y presencialidad

12.10.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

La 13° edición de Ingeniería deMuestra, que se realizará entre el 13 y 15 de octubre, es organizada por la Facultad de Ingeniería (Fing) de la Universidad de la República (Udelar) y su Fundación Julio Ricaldoni.

Todas las actividades son abiertas y gratuitas, se transmitirán a través del canal de YouTube y de las redes de Ingeniería deMuestra.

La ingeniera María Simón, decana de la Facultad de Ingeniería y presidenta de la Fundación Julio Ricaldoni, dijo que este año la divisa es “Ingeniería en todas partes, atrás de todo, y en todo”.

«La Fundación Ricaldoni pertenece a la Facultad de Ingeniería, su función es tender puentes como los de la facultad, está pensado para viabilizar el trabajo de la facultad, que la capacidad de resolver problemas llegue al medio, a veces a organizaciones de la sociedad civil o a veces a organismos del estado», señaló Simón.

Consultada sobre el retorno a las clases presenciales, Simón explicó se está volviendo a las aulas pero anunció que la idea es que las clases combinen virtualidad y presencialidad.

«Sería un indicio de fracaso si volviéramos a lo que éramos antes. Por ejemplo, si uno piensa en la clase magistral clásica que a veces es de hasta 200, la verdad es que se ve mucho mejor al profesor y el pizarrón si es una pantalla, que, si uno está en un salón», dijo.

Destacó la experiencia de muchos años antes de la pandemia, con las clases grabadas: «Diez años antes de la pandemia ya estábamos grabado clases en un proyecto dirigido por un docente, pero llevado adelante por el entusiasmo de los estudiantes, y esto se grababa y era un apoyo, no una sustitución, así que fue una muy buena experiencia», contó.

Con respecto a la parte negativa, dijo que «lo que más se perdió con la pandemia es el intercambio, los estudiantes van a su clase y luego se quedan mucho en facultad, o vienen directamente, se instalan con el mate, hay salas con computadoras, wifi, eso es lo que se ha perdido”.

De todas formas, agregó que nunca se cerró del todo la facultad, atendiendo las necesidades de aquellos estudiantes «que no tienen computadora o conexión y se les dificulta seguir las clases a distancia».

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Foto: Santiago Mazzarovich / Adhoc.