Murió la reina Isabel II, tras siete décadas como monarca

El anuncio oficial lo realizó el Palacio de Buckingham

08.09.2022 | tiempo de lectura: 3 minutos

La reina Isabel II ha muerto a los 96 años, anunció este jueves el Palacio de Buckingham.

El príncipe Carlos ya es el nuevo rey y permanecerá en el castillo de Balmoral junto a su esposa, la reina consorte Camila, hasta regresar mañana a Londres.

«La reina murió en paz en Balmoral en Escocia esta tarde. El rey y la reina consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana», reza el comunicado difundido por Buckingham.

Isabel II gozó del reinado más longevo en la historia de su país, y uno de los más largos del mundo, tras haber celebrado este mismo año las siete décadas como monarca, su Jubileo de Platino.

Sus doctores habían anunciado esta misma mañana que había sido colocada bajo supervisión médica tras haber sufrido un deterioro de su salud, al tiempo que se mostraban «preocupados» por su estado.

A lo largo del día, los diferentes miembros de la Familia Real se trasladaron de urgencia a Balmoral para dar su último adiós a la reina.

El fallecimiento de la soberana, que ya en los últimos meses había reducido en buena medida sus apariciones públicas, pone en marcha la llamada Operación Unicornio, el plan de contingencia previsto si Isabel II moría en Escocia, para llevar el cuerpo a Londres.

Está previsto que se organice en Londres una capilla ardiente con el féretro de la reina para que los ciudadanos puedan despedirse de ella, aunque todavía no se ha informado si también se realizará previamente lo mismo en Edimburgo, la capital de Escocia, antes de ser trasladada a Londres.

Perfil

Isabel Alejandra María, soberana del Reino Unido y de varios países de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth antiguas colonias), ha sido la monarca más longeva de la historia de la monarquía británica.

Isabel II se convirtió al final de su reinado en icono británico, testigo de la transformación del Reino Unido y ella misma historia viviente.

Nacida el 21 de abril de 1926 en Londres, Isabel fue la hija mayor del rey Jorge VI y la reina Isabel, educada por tutores entre paredes palaciegas y sin que su llegada al mundo estuviera marcada para regir los destinos del Reino Unido.

Por entonces, Isabel era tercera en la línea de sucesión al trono, después de su tío, el rey Eduardo VIII, y su padre, pero su futuro dio un giro inesperado con 10 años de edad, al abdicar su tío para casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson.

En diciembre de 1936, Isabel se convirtió en heredera al trono al asumir su padre, el príncipe Alberto, el reinado como Jorge VI.

Antes de estos cambios, que pusieron a prueba la supervivencia de la monarquía británica, Isabel había tenido una infancia feliz, jugaba con otras niñas de su edad en casa gracias a un grupo creado especialmente para ella, pues su paso por la escuela estaba descartado por aquella época.

Tras convertirse en princesa heredera, Isabel recibió una educación más especializada, con énfasis en Historia, mientras su país entraba en la II Guerra Mundial.

De adolescente participó como subalterna honoraria del Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres y tomó clases de conducir y de reparación de vehículos durante el conflicto bélico.

Ya por entonces intercambiaba correspondencia con el apuesto príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, con el que se casaría dos años después de la guerra, el 20 de noviembre de 1947, cuando el rey Jorge VI le concedió a Felipe el título de duque de Edimburgo.

Siendo aún princesa heredera, Isabel tuvo al príncipe Carlos y a la princesa Ana, antes de que su padre falleciera el 6 de febrero de 1952 y ella pasará a convertirse en la reina Isabel II.

Fue durante una visita oficial a Kenia donde Isabel recibió la noticia y regresó inmediatamente a Londres, donde le esperaba el primer ministro, Winston Churchill, para comenzar uno de los reinados más importantes y exitosos de la historia.

Unos años más tarde nacían dos hijos más, Andrés y Eduardo, mientras Isabel II y el duque de Edimburgo mantenían una apretada agenda de trabajo y los Windsor disfrutaban de gran popularidad.

Isabel II fue testigo de crisis económicas, cambios demográficos, pérdida de colonias, guerras, el terrorismo del Ejército Republicano Irlandés (IRA), el florecimiento de las letras y las artes y, también, de tragedias familiares, como la muerte de Diana de Gales.

(Información actualizada)