ONU expresó alarma por violencia étnica en Etiopía

El conflicto estalló el 4 de noviembre después de que el Gobierno central atacara a las fuerzas del partido regional Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (FLPT)

30.07.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

La Organización de Naciones Unidas (ONU) se mostró este viernes alarmada por el continuado deterioro de la violencia étnica y por las supuestas violaciones de derechos humanos tanto en la región etíope de Tigray como en otras zonas del país, como Afar, Somali, Oromo y Amhara.

Según un comunicado de la asesora especial para la Prevención del Genocidio de Naciones Unidas, Alice Wairimu Nderitu, desde el inicio del conflicto en Tigray se han seguido recibiendo informaciones de serias violaciones de los derechos humanos y de abusos, entre ellos violencia sexual, reclutamiento de niños soldado, arrestos arbitrarios y matanzas de carácter étnico.

El texto señala que estos delitos están siendo cometidos por todas las partes, tanto por las autoridades como por grupos rebeldes, y que se han extendido ahora a otras zonas de Etiopía, donde se ha producido una erosión del estado de Derecho.

Nderitu también alertó del uso de lenguaje «peyorativo y deshumanizante» por parte de importantes líderes políticos de Etiopía, como los términos «cáncer», «demonio» o «malas hierbas» para referirse al conflicto de Tigray, algo que consideró «muy preocupante».

La representante de la ONU hacía así clara alusión a las recientes palabras del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, que en un comunicado el pasado 18 de julio describió a los grupos independentistas de Tigray como «el cáncer de Etiopía», e instó a deshacerse de las «malas hierbas invasivas», un vocabulario similar al utilizado en genocidios pasados.

«Estas dinámicas en el contexto sociopolítico actual, caracterizado por profundas tensiones étnicas por todo el país, constituyen una trayectoria peligrosa que lleva hacia un mayor distanciamiento de las comunidades», expresó Nderitu, que subrayó además el hecho de que ya se ha visto en muchas partes del mundo cómo el discurso de odio precede a las atrocidades.

Asimismo, recordó que como participantes de la cumbre Mundial de 2005, Etiopía tiene la responsabilidad de proteger a su población del genocidio, crímenes de guerra, limpiezas étnicas y crímenes contra la humanidad.

«Urjo al Gobierno de Etiopía a cumplir con sus responsabilidades e intensificar sus esfuerzos para prevenir una mayor escalada de la violencia y las tensiones entre comunidades, que han llegado a niveles sin precedentes», subrayó Nderitu.

El conflicto en Etiopía estalló el 4 de noviembre después de que el Gobierno central atacara a las fuerzas del partido regional Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (FLPT), en represalia por una agresión previa de fuerzas tigriñas a una base federal.

Según las últimas cifras de la ONU, el conflicto ha dejado hasta ahora miles de muertos, cerca de 2 millones de personas desplazadas internamente en la región y al menos 75.000 etíopes huidos han huido al vecino Sudán, mientras que unas 400.000 personas están en condiciones de hambruna y otros 1,8 millones al borde de ella en la región de Tigray.

Texto y foto (de archivo): EFE