Sergio Blanco: “La elegancia es parte de la decisión de uno mismo”

El dramaturgo, director y actor habló del reestreno de “Cuando pases por mi tumba”, que va del 24 al 30 de abril en la Sala Héctor Tosar, en el Auditorio Nelly Goitiño

18.04.2022 | tiempo de lectura: 3 minutos

Desde hace años, el dramaturgo Sergio Blanco ha llevado (como ocurrió anteriormente en la literatura) la auto ficción al terreno del teatro. El reestreno de la magnífica «Cuando pases sobre mi tumba» no es la excepción. La obra relata los últimos días de vida del autor. Luego de haber decidido organizar su suicidio asistido en una clínica de lujo en Ginebra y después de proyectar entregar su cadáver a un joven necrófilo.

La obra plantea una serie de dilemas filosóficos y derriba algunos mitos. El derecho a morir con dignidad, a elegir el momento de nuestro final frente, por ejemplo, a una enfermedad terminal. A morir, en lo posible, con elegancia. Hoy, nos dice Sergio Blanco, algo erótico en la muerte. Todos sabemos que vamos a tener una cita con ella.
“El debate sobre la eutanasia es impresionante, hay que entender y respetar cuando una persona quiere irse, con dignidad, y también es importante acompañar a esa persona. Vivimos en una sociedad donde todo lo que el sujeto dialoga con uno mismo está sancionado, el aborto, el suicidio. Es una parte de la soledad que hay que reivindicar”, reflexionó el artista en Justos y Pecadores.

Consultado sobre el período de confinamiento debido al Covid-19, Blanco dijo que “en Francia fue muy severo el confinamiento, sobre todo los primeros dos meses. Se cayeron los teatros, mucha gente sin trabajar, entonces por una parte la pasé muy mal, y otra, en el encierro fue un tiempo para algo que quería hacer, con mucha paciencia y ayuda de traductores pude leer las epístolas de San Pablo. Después estuve en un campo de refugiados, donde había situaciones muy críticas, la pasé trabajando por una actividad egoísta, un tiempo que necesité moverme físicamente, pude transformar lo duro en algo provechoso”.

Blanco recordó su amor por los archivos, como cuando estuvo en los archivos del Piccolo Teatro en Milán. En ese sentido recordó su infancia rodeada de los archivos de su abuelo, Lauro Ayestarán.
Sobre el proceso creativo, señaló que “cuando me tengo que meter en un asunto, trato de ir y bajar hasta el infierno que tenga que bajar, frecuentando mundos que de repente no son los de unos, un manicomio, una cárcel, asistir a una ceremonia ritual”.

También habló de la nostalgia que siente por París (se fue cuando tenía 20 años) y por Montevideo. Una nostalgia compartida entre dos ciudades. “Hacía más de 12 años que no estaba en otoño en Montevideo, con sus hojas, las fogatitas, las hojas quemadas. París también tiene algo hermoso, ese gris, la llovizna, el pensamiento y la filosofía siempre se llevaron bien con el clima de frío, ese gris parisino invita mucho a esa introspección que necesito para trabajar, permite concentrarme”, afirmó, al tiempo que dejó en claro su posición sobre la invasión de Rusia a Ucrania. “La guerra no es contra Ucrania, es una guerra contra el espíritu europeo”, sentenció el artista.

También se refirió a la Comedia Nacional de la que dijo es “un defensor a muerte”. Para el dramaturgo que Uruguay tenga un elenco estable “es una inversión que se tiene que hacer para que el país tenga un teatro de primer nivel. Y es una enorme alegría que su director sea Gabriel Calderón, un gran hermano, un amigo con quien he trabajado mucho. Una persona con una visión no solamente teatral muy interesante, sino cultural, es un lujo tener a una persona como Gabriel Calderón dirigiendo la Comedia Nacional”, concluyó.

Cuando pases por mi tumba es una obra protagonizada por Sebastián Serrantes, Felipe Ipar y Gustavo Saffores, con el que Sergio Blanco ya ha trabajado en varias obras.

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