Verónica Mato y Javier Radiccioni debatieron sobre la LUC

Libertad financiera y seguridad fueron el centro de la discusión

01.11.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

En Justos y pecadores, la diputada Verónica Mato del Frente Amplio y el diputado Javier Radiccioni del Partido Nacional debatieron sobre dos aspectos de la ley de urgente consideración (LUC): libertad financiera y seguridad.

Sobre la inclusión financiera, la diputada Verónica Mato dijo que los cambios van a generar un impacto en la formalidad de los pagos. La ley de inclusión financiera generó un aumento de la formalidad, que los empleadores paguen como corresponde y erradicar de alguna manera el pago en negro, argumentó. En su opinión, a quienes más perjudicará el cambio es a las mujeres trabajadoras domésticas, porque como trabajan en los domicilios, hay desigualdad en las condiciones.

Otro artículo que preocupa a Mato es el que modifica las transacciones de 4500 dólares a 100.000 dólares las compras en efectivo. Esto no aporta a la seguridad porque hace que el Uruguay vuelva a ser un paraíso fiscal, sostuvo.

Radiccioni, por su parte, consideró impreciso o falso decir que el trabajador no tiene libertad con la LUC. “Antes se estaba coaccionando a cobrar sí o sí a través del banco, la posibilidad del pago en efectivo es más libertad. Los que estamos del lado de los más débiles, vulnerables, de quienes no tienen posibilidades a acceder a esos cajeros. No queremos el Estado fascista controlador», dijo y enfatizó: «Antes sí o sí el trabajador tenía que ir al banco. Esta ley le da más libertades al trabajador».

Para Radiccioni, la LUC consagra derechos y agilita. “Hay personas en el interior que le deben pagar a un comisionista, darle tarjeta para que vaya a cobrarle. Ahora no. Esto es darle más libertad. La LUC no quita derechos, otorga más derechos», dijo.

Agregó que el límite de compra en efectivo de 5000 dólares encarecía una compraventa y después no se controlaba a los Balcedo, a los Lázaro Báez, y gente que lavaba dinero de forma muy importante. Cinco mil dólares para un asalariado pueden ser mucho a la hora de cobrar el sueldo, pero a la hora de poner un quiosco o comprar mercadería, un auto… hay motos de cinco mil dólares».

«¿Quién tiene cien mil dólares por sus ahorros en su casa? ¿Qué trabajador o trabajadora tiene ese dinero en su casa?, se preguntó Mato y consideró que se está propiciando el lavado de dinero mal habido.

Los legisladores debatieron además sobre seguridad.

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