La vida breve de Ana Amalia Batlle Pacheco

Entrevista a Ana Inés Larre Borges, autora de uno de los capítulos del libro coordinado por Gerardo Caetano  y Andrés Azpiroz

21.11.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos

Coordinado por Gerardo Caetano  y Andrés Azpiroz, y la participación de historiadores, investigadores y escritores, el libro Una vida breve en el  900. Ana Amalia Batlle Pacheco aborda, desde diferentes perspectivas,  la vida de la hija de José Batlle y Ordoñez, fallecida a los 18 años.

Editado por Planeta, tiene como objetivo bucear en el periplo vital (y breve) de la primogénita de Batlle y Ordoñez y su esposa Matilde Pacheco. Para ello, Caetano y Azpiroz convocaron a Ana Inés Larre Borges, Carolina Luongo, Lucía Mariño, Santiago Medero, Ricardo Pou Ferrari y Clara Von Sanden.

En Justos y pecadores conversamos con Larre Borges, autora del capítulo “Ana y las palabras. Reflexiones alrededor de su diario”, que analiza el diario de Ana Amalia, fallecida a los 18 años a causa de tuberculosis. En el capítulo que precede al ya referido, se transcribe el diario de la joven. El corpus de las anotaciones es breve. La primera entrada está fechada el 5 de noviembre de 1912. La última es del 24 de diciembre. Un mes después, el 24 de enero de 1913, fallecía a las 7 y 30 de la tarde.

“Ella escribe muy bien. No aspiraba a ser escritora, pero tiene un lenguaje claro, preciso, con un tono criollo muy preciso”, señaló Larre Borges.

En la entrada inicial del diario, Ana Amalia escribe: “Hace seis meses y diecisiete días que estoy enferma. Cuál es mi enfermedad no es seguro… pero me inclino a creer en una…”. En las anotaciones, donde narra las visitas de varios médicos, entre ellos Américo Ricaldoni –médico de cabecera de la familia– y la expectativa por su viaje a la estancia de la familia Puppo, entre otros temas, nunca aparece la palabra tuberculosis.

“Se teme nombrar la palabra tuberculosis. Es como si al nombrarla, la palabra hiciera cosas.  Me interesó mucho estudiar eso en este caso. A pesar de que ella tiene la religión de la ciencia, es liberal, como corresponde a una hija de Batlle, ese es un tema tabú.  Es muy conmovedor el diario, porque ella quiere ser muy valiente, y Batlle mueve cielo y tierra para salvarla. Llama a especialistas y lo que le aplican es una cura atroz, utilizada  en la época”, sostuvo.

Otro aspecto interesante del diario para la investigadora es que, si bien al comienzo del diario, escribe “no quiero que nadie lea esta libreta sin mi permiso”, para luego, señalar que lo pueden leer sus padres, con la condición de que no lo comenten. De esta forma, señala Larre Borges, es como si ella hubiera inventado, desde su vulnerabilidad un diálogo con sus progenitores, un carta abierta y atenuada.

Texto: Justos y pecadores - Foto: Cámara del Libro