Arquitecto elaboró un proyecto para reactivar la Biblioteca Nacional

Alejandro Varela realizó su proyecto final de carrera en 2019

26.06.2025 | tiempo de lectura: 2 minutos

El arquitecto uruguayo Alejandro Varela estudió casi dos años el funcionamiento de la Biblioteca Nacional y planteó crear un pabellón especial para los libros y recuperar el edificio como área de encuentro y esparcimiento.

El arquitecto compartió con Justos y pecadores el trabajo que realizó en 2019 como proyecto final de carrera sobre la reactivación de la Biblioteca Nacional.

Varela advirtió una “carencia de espacios de la Udelar para estudiar y para hacer proyectos” y agregó que “no participamos como sociedad de la dinámica de la biblioteca”.

El arquitecto investigó durante casi dos años el edificio. “Fue pensada en los años 30 como biblioteca y museo”, dijo Varela. “En el 47, el proyecto del arquitecto Luis Crespi pasa a ser solo biblioteca y al año siguiente, la construcción la siguió un arquitecto interventor”.

Entre la dificultades, dijo que el edificio tiene una sala de lectura central con “poca luz pero que no era así en su proyecto original” y advirtió que hubo “una suerte de malas decisiones, una atrás de la otra”.

Detalló que “los libros que están hacia el este del edificio reciben mucha luz y están bastante resecos” mientras que “los libros que están hacia el interior presentan humedad. Está tan afectada la biblioteca que no hay ventilación cruzada”.

Por ese motivo, se preguntó: ”¿qué hacemos cuando un edificio que es patrimonial está afectando el patrimonio del libro? ¿Qué vale más?”

La solución que propuso fue “sacar el libro”, construir un pabellón con los requerimientos técnicos y recuperar el área de depósito de la biblioteca como área de esparcimiento.

“Lo más interesante de la biblioteca es su condición de espacio de los comunes”, señaló. “La biblioteca ya estaba cerrada. Si no estaba logrando acceder a la masa crítica que necesita un espacio público, ya estaba cerrada”, concluyó. “Lo que hay que hacer es mediación arquitectónica”.

Por último, destacó que las personas que conocen el edificio son los funcionarios. “Se podría sentar a los últimos directores, funcionarios y hacer un codiseño”, finalizó.

Texto: Justos y pecadores