Astesiano: El “amigo” desleal
Por Leonardo Luzzi
31.10.2022 | tiempo de lectura: 2 minutos
Que el custodia más cercano al presidente de la República, sin importar el país del que se trate, esté siendo investigado por la Fiscalía y esté preso acusado de varios delitos, entre ellos, una operación de tramitar pasaportes a ciudadanos rusos, es un golpe directo al presidente y al corazón del gobierno.
Y eso ocurrió en Uruguay.
Un hombre cincuentón, Alejandro Astesiano, apodado el “Fibra” tras un episodio ocurrido en Melo varios años atrás donde simpatizantes blancos le rompieron, sin querer, la camisa, se convirtió en el “amigo” desleal. Se trata de un militante con varias campañas políticas arriba como seguridad de candidatos blancos y llegó a ser el responsable de cuidar al Presidente Luis Lacalle Pou y su familia.
Viajaba con el presidente al interior del país y fuera de fronteras. Era su sombra como lo son los que ejercen esa tarea con los mandatarios y se encargaba de cuestiones de logísticas en los traslados. Recientemente, en su última misión, había acompañado al presidente y sus hijos a Costa Rica donde pasaron unos días de vacaciones.
Lacalle Pou, como todos los presidentes, confiaba plenamente en su custodio personal.
La guardia de la seguridad presidencial está formada por menos de un centenar de personas que, además, vigilan en tres turnos a la Torre Ejecutiva, al Palacio Estevez, la Estancia Anchorena en Colonia, la residencia oficial de Punta del Este y la casa presidencial del Prado. El mayor despliegue, como es obvio, se da en el lugar en el que esté el presidente.
Lacalle Pou sabía que Astesiano tenía varias anotaciones policiales e investigaciones por distintos presuntos delitos porque así figuraba en su foja de antecedentes. No aparecía en ese documento que su custodia había estado preso. Esa falla en la información que se le ocultó al presidente derivó en investigaciones internas en el Ministerio del Interior que removió a un jerarca. También en Torre Ejecutiva hubo cambios a nivel de los guardias de seguridad que quedaron todos bajo la lupa.
Mientras tanto, la fiscal Gabriela Fossati avanza en su investigación y ya pudo acceder al 100% del contenido de los mensajes del celular de Astesiano que éste había borrado antes de ser detenido por la Policía en Suárez y Reyes.
Junto a Astesiano cayeron otros, entre ellos un ruso, un escribano y su esposa uruguayos. Todos presos hoy.
El presidente reconoció que se equivocó al elegir a Astesiano, que cometió un error y sabe que la oposición política utilizará ese hecho para cuestionar al gobierno que tenía al encargado de la seguridad operando para delinquir desde su oficina en el piso 4 de la Torre Ejecutiva.
Los gobiernos, ninguno, están libres de tener a malos funcionarios o de elegir mal a alguien de confianza que luego se demuestra que es corrupto.
Astesiano era realmente muy cercano a Lacalle Pou quien ahora, más allá de lo político, siente seguramente el dolor que genera la deslealtad. Es como cuando se le pierde la confianza a un amigo, es como cuando se está ante una traición de una persona que uno creía conocer.
Pero lo importante para un gobierno y la República es cómo actuar ante un caso de corrupción (o presunta corrupción por ahora) para poder avanzar.
Y en este Uruguay, la Policía detuvo a Astesiano en la propia residencia Presidencial y la Fiscalía avanza para que la Justicia llegue hasta el hueso.