Cirugía inédita en Uruguay: implantarán prótesis hidráulica de pene; cuesta 10 mil dólares
La intervención quirúrgica se realizará en el Hospital Maciel a un paciente con disfunción eréctil severa
16.08.2024 | tiempo de lectura: 2 minutos
Este viernes se llevará a cabo en Uruguay la primera implantación de prótesis hidráulica de pene y la cirugía, que se llevará a cabo en el Hospital Maciel, estará a cargo del equipo de Urología del nosocomio, en esta ocasión liderado por el jefe del Servicio de Urología del Hospital del Trabajador de Chile y expresidente de la Sociedad Chilena de Urología, Reynaldo Gómez Illanes.
La prótesis AMS 700, que se utiliza para tratar casos de disfunción eréctil cuando otros tratamientos no han sido efectivos, fue donada por Boston Scientific, representada en Uruguay por la empresa distribuidora de dispositivos médicos Nafferton SA.
Reynaldo Gómez Illanes explicó que las prótesis hidráulicas pueden “reproducir en forma natural el ciclo normal del pene, de tener flacidez y erección”, ya que “el paciente a voluntad puede tener la prótesis rígida para su actividad sexual, pero además la puede desinflar para tener un aspecto más natural”.
Tiene un sistema valvular con una bomba que se coloca en el escroto” y que “el paciente aprende a accionar a voluntad”. Utilizando esa bomba “transfiere líquido desde un reservorio que tiene implantado dentro del abdomen hacia los cilindros inflables que están en el pene y con eso logra la erección”, dijo el destacado urólogo, quien agregó que el “botón de desinflado” puede ser accionado para revertir el proceso, volviendo el pene a su “estado de flaccidez”.
La jefa del Servicio de Urología del Hospital Maciel, Laura Mouro, destacó la donación de la empresa Boston Scientific y la gratuidad de la intervención quirúrgica: “Es bueno que la gente sepa que está esta opción y que en un futuro el sistema esté preparado para poder brindarle a todos los usuarios del sistema de salud una opción que es, en el momento, la mejor”.
Bregó porque “se logren mecanismos posibles” para que la “economía del país” pueda cubrir estas cirugías, porque “la disfunción eréctil es una enfermedad”, “es importante”, “genera mucho estrés en la persona que lo padece”, y no debe verse como algo tan sexualizado”.
Grado de infección bajo y resultado de satisfacción superior al 80%
Reynaldo Gómez Illanes señaló que los resultados se miden en base a dos aspectos: “lograr una buena erección” y “el grado de satisfacción”, el cual es “superior al 80%” e involucra al paciente y su pareja.
Resaló que “para lograr un adecuado grado de satisfacción” el paciente debe entender que es una “alternativa” y “fijar bien el grado de expectativa”.
Aseguró que “el grado de infección es muy bajo” y que, de constatarse, “hay que sacarlo”. Afirmó también que “el organismo no rechaza el dispositivo”, ya que “está hecho con materiales de silicona que son biocompatibles”, “absolutamente estudiados” y “totalmente tolerados”.
El porcentaje de falla va del “10% al 20%, señaló, y que para estos casos se necesita “una nueva cirugía para corregir o reemplazar el dispositivo”.