Columna: Después de doce años, una nueva luz al final del túnel
Corresponsal Pablo Tellechea
19.06.2024 | tiempo de lectura: < 1 minuto
Ya es conocido el eterno vía crucis que casi 12 millones de indocumentados en Estados Unidos viven desde la última reforma migratoria que este país ha realizado para quitar de la sombra a los inmigrantes sin estatus legal.
Desde el gobierno de Ronald Reagan y la última amnistía con Bill Clinton, no se ha llevado a cabo ningún cambio masivo en lo que respecta a las leyes de inmigración. Hace doce años que Barack Obama con una orden ejecutiva creó el programa DACA, que básicamente es un permiso legal para trabajar y un seguro de antideportación para todo menor de edad que, habiendo entrado con sus padres al país, luego quedaron indocumentados, y fueron con este programa 1.8 millones los beneficiados.
Hoy, nuevamente, por medio de una orden ejecutiva el presidente Joe Biden abre una nueva ventana y legaliza medio millón más de indocumentados que califican por estar casados con un ciudadano de estadounidense y a los que hasta ahora les era muy complicado por la forma ilegal que utilizaron para ingresar al país.
El sistema de inmigración del país está quebrado, es obsoleto, le urge una reforma migratoria, pero aparentemente el Congreso no encuentra consenso y nos hemos acostumbrado desde los últimos 40 años a recibir buenas noticias, pero con cuenta gotas.
Pablo Tellechea, corresponsal de Justos y pecadores en Estados Unidos.