Diego Alonso y Alexander Medina no pudieron «remontar vuelo» en La Liga
Los dos entrenadores uruguayos que tuvieron la oportunidad de dirigir en España esta temporada terminaron destituidos con sus equipos en zona de descenso
19.03.2024 | tiempo de lectura: 4 minutos
Los uruguayos ‘Cacique’ Medina, ya exentrenador del Granada, y Diego Alonso, que dirigió al Sevilla durante unos meses al comienzo de temporada, no han tenido éxito y no han conseguido remontar el vuelo de sus equipos en la liga española que se encontraban en plena lucha por los puestos de descenso.
Medina ha sido destituido este martes como entrenador del conjunto andaluz después de la derrota ante el Mallorca en Son Moix por 1-0, y tras sumar los mismos números en catorce jornadas que Paco López, su antecesor en el banquillo y que también estuvo las mismas jornadas en el cargo.
El técnico, que llegó al club nazarí para intentar revertir la situación ya que el cuadro andaluz se encontraba en decimonovena posición con siete puntos, a tres de la salvación, obtuvo el mismo balance al sumar únicamente siete puntos de 42 posibles en las catorce jornadas en las que estuvo al cargo.
Su bagaje es de una victoria frente al Cádiz, cuatro empates y nueve derrotas, que dejan al equipo penúltimo con catorce puntos y a trece de la salvación que marca el Celta, aunque con un partido menos por el aplazamiento del duelo ante el Valencia por el trágico incendio en la capital valenciana.
Alexander Medina, de 45 años y apodado «Cacique», no ha tenido suerte en su primera experiencia europea tras cinco meses, después de haber dirigido con anterioridad al Nacional en Uruguay donde ganó un Torneo Apertura y un Torneo Intermedio, a Talleres en Argentina, a Internacional en Brasil y al Vélez Sarsfield argentino.
En Argentina, el técnico dejó huella al clasificar a Talleres a la Copa Sudamericana en su primera temporada y finalizar en tercera posición en el Campeonato de Primera División y lograr la clasificación para la Copa Libertadores en su segunda campaña, y en su etapa en Vélez, clasificó al equipo a semifinales de la Copa Libertadores 11 años después, tras eliminar a River Plate en octavos y al propio Talleres en cuartos.
Como futbolista profesional, tampoco tuvo fortuna al militar en el Cádiz dos campañas donde en la primera de ellas descendió a Segunda División y una en el Racing de Ferrol donde bajó a Segunda División B.
Mismo camino tuvo Diego Alonso, que tras firmar el pasado 10 de octubre por el conjunto hispalense con el objetivo de alejarse de la zona de descenso, de la que solo le separaban dos puntos y acercarse a los puestos europeos, no pudo asentarse en el cargo ni cumplir los objetivos, y tras una racha de malos resultados, el 16 de diciembre fue sustituido dejando al equipo en decimoséptima posición, con los mismos puntos que el Celta que ocupaba puestos de descenso.
En 2 meses en el cargo, el montevideano sumó los peores números de la historia de un entrenador del Sevilla al no conocer la victoria en los ochos jornadas ligueras y los cuatro encuentros de Liga de Campeones que disputó, y sus únicos triunfos llegaron en la Copa del Rey frente al Quintanar, de la Primera Autonómica Preferente de Castilla-La Mancha y el Atlético Astorga, de Tercera Federación.
En el campeonato liguero, Alonso sumó cinco empates (Real Madrid, Cádiz, Celta de Vigo, Betis y Villarreal) y tres derrotas (Real Sociedad, Mallorca y Getafe), y en la competición europea sus cuatro partidos al frente del cuadro hispalense se saldaron con derrota (Arsenal en dos ocasiones, PSV y Lens) donde acabó en última posición del Grupo B y quedó eliminado de toda competición europea.
El técnico sí que supo cambiar el rumbo de la selección uruguaya cuando fue contratado en diciembre de 2021 en remplazo de Óscar Washington Tabárez y al lograr clasificar a la Celeste al Mundial de Qatar 2022 al vencer en los cuatro partidos que restaban en el grupo sudamericano.
Esos doce puntos sumados fueron vitales para el acceso del combinado uruguayo a la Copa del Mundo, en la que, sin embargo, quedó eliminado en la fase de grupos igualado a 4 puntos con Corea del Sur, tras un empate (0-0 ante los surcoreanos), una derrota (2-0 frente a Portugal) y una victoria (0-2 contra Ghana).
Diego Alonso dirigió doce partidos en total en su corto periplo con Uruguay, con un balance de ocho victorias, dos empates y dos derrotas.
Su palmarés como técnico cuenta con dos Ligas de Campeones CONCACAF el máximo título continental en la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe, tras conquistarlo con el Pachuca en 2017 y el Monterrey en 2019, ambos conjuntos mexicanos. Antes, en 2016, Alonso se había alzado con el campeonato nacional de Clausura con el Pachuca.
En 2019, se marchó a Estados Unidos para fichar por el Inter de Miami antes de ser contratado como seleccionador nacional de Uruguay.
Como jugador, el uruguayo tiene una gran experiencia en España con etapas en el Valencia, donde disputó una final Liga de Campeones en la 2000-2001, en la que cayó ante el Bayern de Múnich, en el Atlético de Madrid donde consiguió el ascenso a Primera División con el conjunto colchonero con el que se proclamó máximo goleador con 39 goles en 22 encuentros. Posteriormente, pasó por las filas del Racing de Santander, Málaga y Murcia.
El extécnico sevillista es sobrino de Daniel Ricardo Alonso, delantero que tuvo un fugaz paso por el Sevilla a mediados de los años 70 del pasado siglo, y primo de Iván Alonso, hijo del anterior y quien llegó con el Alavés a la final de la antigua Copa de la UEFA en la temporada 2000-2001.
EFE / Javier Peña Atienza