Proyecto Arazatí para construir una planta potabilizadora de agua tendrá modificaciones

El subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla, afirmó que el proyecto Arazatí, destinado a la construcción de una planta potabilizadora de agua del Río de la Plata, tendrá varias modificaciones y se expondrá a la opinión pública antes de su aprobación final. Amarilla explicó que, aunque se podrían implementar ciertos cambios, es improbable que se elimine el reservorio de agua (denominado polder) que alimentará la planta en caso de que la toma de agua presente una excesiva salinidad. «Ha habido cambios en las diferentes etapas del proyecto debido a la interacción entre los técnicos del Ministerio de Ambiente y la empresa promotora. Aún estamos esperando el informe final y la resolución que autorice el proyecto», detalló.

El subsecretario también mencionó que la ocupación de tierras que actualmente cumplen otras funciones es un aspecto a considerar, pero subrayó la importancia de defender el interés general y garantizar la seguridad hídrica para Montevideo. «Se habla de una inundación de 200 hectáreas, pero se ha evitado una inundación mucho mayor de 4000 hectáreas. Siempre que se hace una reserva de agua se ocupa espacio, y esto competirá con otros usos previos. La ubicación exacta de la planta de tratamiento, del polder y del monorrelleno, así como la línea de transferencia de agua, requerirán un informe final», añadió Amarilla.

Por otro lado, Alejandro Ruibal, gerente general de Saceem, la empresa encargada de ejecutar el proyecto Arazatí, expresó que aguardarán los tiempos de la justicia y se abstuvo de comentar sobre la suspensión de la obra, que suponía la creación de aproximadamente 500 puestos de trabajo. «El proyecto está en la órbita de la justicia y esperaremos su resolución. Nosotros seguimos trabajando en el proyecto, que es muy serio y no genera problemas ambientales. Los equipos de ingenieros son especialistas e idóneos, así que estamos muy tranquilos», afirmó Ruibal.

El gerente general destacó la colaboración constante con los técnicos y consultoras más importantes de Uruguay y recalcó la importancia del proyecto para la comunidad local. «Arazatí es una obra importante, entre la toma, la planta y la cañería, estamos hablando de 500 personas trabajando, lo que genera un impacto positivo en la zona. No nos preocupa la oposición al proyecto, ya que estamos seguros de que contamos con los conocimientos y la experiencia necesarios para llevarlo a cabo de manera adecuada. Yo mismo vivo en Uruguay y tomo agua de la canilla, así que quiero hacer las cosas bien», concluyó.