Seoane, el discípulo del «Che» García que quiere dejar su huella en Uruguay
Tiene el reto deportivo de llevar a lo más alto al club Aguada en el año en el que cumple un centenario de vida
20.09.2021 | tiempo de lectura: 3 minutos
Con una larga trayectoria siguiendo los pasos del icónico entrenador argentino Néstor «Che» García, y con el desafío de dirigir a uno de los equipos más importantes del baloncesto uruguayo, el venezolano Daniel Seoane llega al país suramericano con el objetivo de dejar su huella en Aguada.
En entrevista con Efe, el flamante entrenador sostiene que su llegada a Uruguay se da gracias a un «negocio redondo» porque tiene a prácticamente toda su familia viviendo desde hace años en el país y tiene el reto deportivo de llevar a lo más alto al Aguada en el año en el que cumple un centenario de vida.
«El reto personal de dirigir a un club con tanta importancia que está buscando siempre ganarlo todo y a jugadores como lo que tenemos en este plantel de tanta jerarquía, es para mi el negocio redondo», enfatiza el entrenador.
Es que en el club uruguayo -que es uno de los favoritos a quedarse con la Liga Uruguaya que comenzará a mediados de octubre- cuenta con jugadores de vasta trayectoria como el galardonado escolta Leandro García Morales, el ala-pívot de la selección uruguaya Mathías Calfani, o el alero argentino Marcos Mata, con un gran recorrido en la selección de su país.
«Me he encontrado con muy buenas personas, ya conozco desde hace tiempo a la mayoría, es algo primordial para mi como entrenador dirigir buenas personas, que además son buenos jugadores. Eso es lo que me he encontrado, con jugadores que están muy dispuestos, entregados, que están dispuestos a hacer sacrificios por el fin común y estoy muy contento por eso», reflexiona.
Aguada llega con un sabor agridulce a la próxima liga ya que fue campeón por dos temporadas consecutivas -con varios de los jugadores con los que cuenta actualmente- pero en la última temporada tuvo una estrepitosa y sorpresiva caída en octavos de final ante el Capitol.
Sin embargo, el entrenador venezolano no cree que ello les afecte para renovar las energías de cara a la próxima temporada ya que sus baloncestistas «son ganadores».
«Analizar el año pasado para bien o para mal es difícil porque hubo un hecho histórico que fue la pandemia pero ellos individualmente son ganadores natos, lo han hecho en todos los lugares a los que fueron y lo más importante ahora es que generemos la química, la sinergia, para que esa capacidad individual se ponga al servicio del colectivo», reflexiona.
TRAS LOS PASOS DEL ‘CHE’
Sin dudas, haber sido ayudante del Che García lo ha marcado desde todo punto de vista. La admiración, respeto y el cariño hacia el actual entrenador de la selección argentina de baloncesto se reflejan en las palabras de Seoane que, subraya, es un «hermano de la vida».
«He trabajado con él durante casi 15 años y soy entrenador de básquet gracias a él y muchas cosas que hago y que se me las enseñó él. Es una relación que fuera de la cancha es mucho más estrecha que dentro», cuenta.
Aunque asegura que ha tomado muchas cosas de la forma de dirigir del argentino, Seoane rescata como principales la energía durante los entrenamientos y la «relación cercana» con sus dirigidos, con una relación que se da de manera más horizontal y no desde el rol de jefe.
«Siempre el bienestar del jugador le importa más fuera de la cancha que dentro y eso yo lo he tomado muy en cuenta y me gusta ser así», señala y acota que está muy feliz porque haya sido nombrado como entrenador de Argentina ya que sabe todo lo que trabajó por ese puesto y que se trata «del sueño de su vida».
El técnico venezolano se define como alguien que busca equipos flexibles, que se puedan adaptar a todo tipo de situaciones y que, fundamentalmente, sean «solidarios» y que tome buenas decisiones.
«Todos los días regamos la planta para que crezca en función de las buenas decisiones y del juego colectivo», apunta.
Pese a que se trata de una de sus primeras experiencias como entrenador principal Seoane, que ya ha ganado 10 campeonatos en su carrera, dice que la presión por ganar en un año tan especial para el club debe usarse como «gasolina para trabajar todos los días más» y así «darle una alegría al pueblo de Aguada».
«Es una presión que a nosotros nos gusta, es necesaria (…) es algo fundamental para que uno esté siempre sobre la punta de los pies y no sobre los talones», concluye.
Fuente y foto: EFE