América Latina y el Caribe, la región del mundo que más tierras "pierde" al año
Debido a la actividad humana y a la crisis climática
25.10.2023 | tiempo de lectura: 3 minutos
América Latina y el Caribe es la región del mundo con más tierras degradadas al año, una pérdida que ocurre a un “ritmo acelerado" debido a la actividad humana y a la crisis climática, alertó a EFE una directiva de la Convención de Naciones Unidas de la Lucha Contra la Desertificación (CNULD).
Un análisis de los datos recopilados entre 2015 y 2019 revelan que América Latina y el Caribe "fue la región que más perdió tierras al año”, afirmó en una entrevista a EFE la secretaria ejecutiva adjunta de la CNULD, Andrea Meza, que se encuentra en Panamá participando en la Semana del Clima.
En concreto, Latinoamérica perdió unas 108 millones de hectáreas desde 2015, según el reciente estudio publicado por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y, en base a datos de la ONU, el 22 % de la tierra de la región se considera "degradada".
Ese mismo estudio de la CNULD, hecho en 126 países, indica que las regiones de Asia oriental y central, y América Latina y el Caribe son las que experimentan una degradación más grave.
"Cuando ya empezamos a hacer un 'zoom' (ampliación) a las regiones, y en el caso de Latinoamérica, vemos que hay un ritmo acelerado", advierte Meza.
Según el informe, el ritmo de degradación de tierras en África subsahariana, Asia occidental y meridional, y América Latina y el Caribe supera la media mundial, cifrada en unas 100 millones de "tierras sanas y productivas" perdidas anualmente.
"Esto indica que en la región estamos viendo diferentes presiones para transformar el uso actual de la tierra, muchas veces esto se debe a la expansión de la frontera agrícola y a los procesos de urbanización, que no los estamos haciendo de la manera más planificada", señaló la experta.
Meza aseguró que "se están combinando dos cosas: cómo estamos manejando este territorio, fundamental para garantizar la seguridad hídrica y alimentaria, sumado a los efectos del cambio climático. Vemos una tormenta perfecta".
Esa "combinación" hace que la región, "que ya de por sí es vulnerable, incremente sus vulnerabilidades, porque cuando no se tiene un suelo sano ni se hace un buen uso del territorio" aumentan las debilidades.
"La degradación de la tierra, la mala gobernanza, la tenencia, la mala planificación, mucha pobreza, violencia y migración (es un) cóctel, que lejos de llevarnos a un círculo virtuoso de progreso y de desarrollo sostenible, nos aleja de esos grandes objetivos de desarrollo", apuntó Meza.
A su juicio se necesita "tener mejor gobernanza en torno a la tierra, de como (la) planificamos y el ordenamiento espacial, el ordenamiento territorial" y es ese "conjunto de mala gobernanza" el que "acelera los procesos de degradación".
República Dominicana: ejemplo de cómo "revertir" la degradación
Meza explicó que República Dominicana tiene "una historia muy interesante y positiva" pues ha logrado "desacelerar su proceso de degradación en estos últimos años de una manera efectiva".
"Es un país, que es una isla con las complejidades que tiene, pero que está implementando proyectos (y) políticas adecuadas que están haciendo que ese proceso de degradación pare y más bien se revierta", aseguró.
El estudio indica que en la República Dominicana, la proporción de tierras degradadas cayó del 49 % al 31 % entre 2015 y 2019 en ese país, que está trabajando para restaurar 240.000 hectáreas en la cuenca del río Yaque del Norte - el más largo del país- y en áreas de producción de cacao en la provincia de San Francisco de Macorís.
Según Meza, que Latinoamérica sea la región del mundo que más tierras pierde al año es un "llamado de atención" de que se necesita "implementar más políticas que ayuden a mejorar esa gobernanza en la tierra, aclarar los temas de tenencia de la tierra, que más mujeres tengan acceso a la tenencia de la tierra e implementar inversiones en distintas áreas"
"A la tendencia que vamos al 2030 (...) y con este nivel de tendencia de degradación, vamos a tener que restaurar 1,5 billones de hectáreas para lograr alcanzar esa meta que nos permitiría revertir este proceso de gradación", advirtió Meza.
Texto y foto: EFE