El poderío militar de India y Pakistán, dos países con armamento nuclear
El riesgo de una gran confrontación militar se cierne sobre el sur de Asia una vez más
05.05.2025 | tiempo de lectura: 3 minutos

El espectro de una gran confrontación militar se cierne sobre el sur de Asia una vez más, tras un mortífero atentado terrorista en la Cachemira administrada por la India, que se cobró 26 vidas, disparando las tensiones entre India y Pakistán, países con armas nucleares.
Si bien los líderes paquistaníes han declarado su compromiso de no iniciar una guerra, también han prometido una respuesta contundente en caso de provocación, lo que prepara el terreno para una maniobra estratégica de alto riesgo.
Tanto la India como Pakistán poseen importantes arsenales militares.
Poderío militar: comparación de arsenales
La India ocupa un puesto superior en cuanto a fuerza convencional, con alrededor de 1,46 millones de efectivos militares activos, en comparación con los 654.000 de Pakistán.
La India también tiene ventaja en vehículos blindados y aeronaves, operando más de 4.200 tanques y 2.229 aeronaves, incluyendo 513 aviones de combate, mientras que Pakistán cuenta con alrededor de 2.627 tanques y 1.399 aeronaves.
En cuanto a capacidad nuclear, a principios de 2025, se estima que la India posee alrededor de 180 ojivas nucleares, mientras que Pakistán posee aproximadamente 170.
El exdirector de Inteligencia India (RAW) y reconocido experto en Cachemira, Amarjit Singh Dulat, mantiene una postura racional, "la guerra es la última peor opción", dijo a EFE.
"No creo que vayamos a tener una guerra. Nadie quiere una guerra, especialmente los generales, porque eso solo significaría devastación. En la guerra no hay ganadores", dice Dulat.
Exhibición de fuerza militar y temor civil
Tras el ataque de Cachemira, ambas naciones han mostrado una postura militar significativa. Las fuerzas armadas paquistaníes han realizado intensos ejercicios militares sobre el terreno, enfatizando su preparación operativa para enfrentar las amenazas percibidas.
Al otro lado de la frontera, la actividad militar también ha sido evidente. Los intercambios de disparos a lo largo de la altamente sensible Línea de Control (LdC) se han intensificado, agravando aún más la ya de por sí volátil situación.
Los residentes están cavando trincheras de forma proactiva como medida de seguridad y habilitando búnkeres construidos por el Gobierno en caso de conflicto.
Añadiendo un matiz más a la evaluación de las posibles respuestas indias, Dulat sugirió la posibilidad de acciones más encubiertas. "Creo que habrá alguna acción, se hará algo, pero será más encubierta que abierta. Ya se ha disparado artillería contra la Línea de Control", dijo.
Pakistán ha iniciado una campaña de acercamiento diplomático, colaborando con diversos países para reducir la tensión con India.
Mientras tanto, la India se encuentra bajo una considerable presión interna para ofrecer una respuesta contundente al ataque. Sin embargo, sus socios internacionales, incluido Estados Unidos, han advertido contra acciones que podrían derivar en un conflicto más amplio en la región.
Manual de respuesta de la India
La crisis actual evoca paralelismos con escaladas anteriores. En 2019, la India realizó ataques aéreos doce días después de que un atentado suicida en Pulwama (Cachemira) matara a 40 soldados paramilitares indios.
Antes de eso, en 2016, la India lanzó ataques quirúrgicos a través de la LdC tras un ataque en Uri. Estos incidentes han establecido un patrón en el que India recurre a ataques transfronterizos y aéreos en respuesta a provocaciones percibidas.
El analista de defensa paquistaní Mushahid Hussain cree que una guerra a gran escala sigue siendo improbable debido a lo prohibitivamente importante que está en juego y a la activa participación de la comunidad internacional.
"Quizás se produzca algún incidente de baja intensidad, provocado por el lado indio, que está incitando a su pueblo con histeria bélica", agregó.
Las armas nucleares: Un equilibrio delicado
Los expertos advierten que si la India iniciara una acción militar significativa, Pakistán probablemente defendería su soberanía e integridad territorial con todos los medios a su alcance.
La capacidad nuclear de Pakistán, que pasó de encubierta a abierta con las pruebas nucleares de 1998, opera bajo una política de disuasión mínima creíble, que posteriormente ha evolucionado hacia la disuasión de espectro completo.
La doctrina nuclear de Pakistán incluye la opción del uso temprano, o la amenaza del uso, de armas nucleares en una confrontación, especialmente si su integridad territorial o existencia se ve amenazada por un ataque convencional.
"Incluso la guerra convencional es suficiente para causar una gran destrucción. Quienes lucharon en la guerra indo-pakistaní de 1965, en ocasiones en combate cuerpo a cuerpo, les contarán lo terrible y aterrador que fue", apunta Dulat.
Haciéndose eco de la idea de una respuesta convencional contundente, el principal portavoz militar de Pakistán, el teniente general Ahmed Sharif, advierte que Pakistán está dispuesto a llegar "hasta donde sea" para proteger su soberanía y seguridad.
"El lugar del ataque será decisión de la India, pero les diremos adónde ir a continuación", indicó.
Una región al límite: Navegando por un camino peligroso
Si bien una guerra nuclear a gran escala sigue siendo una pesadilla que ambas partes probablemente evitarán, persiste el riesgo de errores de cálculo y escalada derivados de enfrentamientos convencionales, lo que convierte a la región en un foco crítico para la seguridad.
Texto y foto: EFE