El ocaso del Partido de la Gente

Por Mauricio Almada

09.08.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

El Partido de la Gente, el mismo que integró la coalición multicolor, ese que llevó a que fueran cinco los firmantes del “Compromiso por el país”, está en un punto de quiebre tal como se lo ha conocido hasta ahora.

La figura de Edgardo Novick, con su promocionado ascenso de cargador de cajas en el mercado hasta conformar un conglomerado de exitosas empresas, fue el elemento aglutinante de la primera convocatoria que lo tuvo como protagonista: la campaña para la Intendencia de Montevideo en 2016, donde llegó a superar en cantidad de votos nada menos que a Lucía Topolansky, con la figura de José Mujica detrás. Eran las épocas del Partido de la Concertación, que habían creado los partidos fundacionales para competir con el Frente Amplio en la capital.

Novick, aunque perdió, se entusiasmó con aquella aventura. Y se largó a nivel nacional, formó una estructura, un partido y fue su candidato a presidente en las últimas elecciones obteniendo más de 26 mil votos, con una banca en la cámara. Si bien fue firmante del documento base de la coalición de gobierno, Novick no aceptó cargos en la administración y fue desapareciendo de la escena pública así como del funcionamiento del partido.

El último sacudón que recibió fue la decisión de la Corte Electoral de suspender su financiamiento público debido a que no presentó su rendición del cuentas del 2020. Fue una grave omisión que traerá consecuencias donde más duele. Tengamos en cuenta que el Partido de la Gente recibió por sus votos casi once millones y medio de pesos y además le corresponde por ley medio millón de pesos por año durante todo el período de gobierno, recordó Búsqueda en los últimos días. Esa es la única fuente de recursos para hacer funcionar este partido cuyo líder dejó de poner dinero de su bolsillo hace tiempo. “Ya no hay combustible” decían sus integrantes aun antes de las elecciones nacionales.

Lo que debería ser el funcionamiento normal de un partido político que cumple con sus obligaciones se ha convertido en un campo abandonado donde no se sabe quién manda ni tan siquiera dónde está el poder. Es un conglomerado que se desarma como un castillo de arena. La convención no se reúne. Novick no se reúne con Daniel Peña, único diputado del partido, que actúa de forma independiente dentro de la coalición. Los convencionales de Peña, que son la mayoría, señalaron en una declaración el “abandono” y la “desidia” del Partido de la Gente. Trascendió que se estaría en la antesala del llamado a una convención para poder renovar las autoridades y de esa forma “independizarse” de Novick y seguir adelante con esta peculiar colectividad.

Si bien Novick se ha reunido con el presidente Luis Lacalle Pou esto no ha sido más que una anécdota en una realidad nada auspiciosa para un partido nuevo que se desvanece. Y además está lo más importante, la gente que lo votó y que se ve defraudada. Un capitán no abandona el barco, menos cuando corre peligro de hundirse.