Una polémica ilustrativa: ¿es posible una política de Estado en seguridad pública?

Por Alfonso Lessa

23.01.2024 | tiempo de lectura: 4 minutos

Este verano tan particular, en el que los actores políticos cargan baterías pensando en la intensa y larga campaña electoral de 2024, va dejando algunas señales de lo que se aproxima y algunas propuestas y polémicas interesantes.

Si algo va quedando en claro una vez más, es que la seguridad pública está y estará en el tope de la agenda política, aunque una de las novedades más interesantes de este verano provino, a dos puntas, desde el Frente Amplio: el planteo del precandidato Mario Bergara para buscar acuerdos interpartidarios y una política de Estado en la materia; y la iniciativa del también senador frentista, Alejandro Sánchez, para procurar un acuerdo nacional, en particular frente a la dramática situación que se vive en Ecuador.

Las cosas, sin embargo, una vez más no parecen nada fáciles: hubo respuestas de todo tipo y color -desde afuera pero también desde adentro del Frente Amplio- que dejan entrever que lo que prevalece, en algunos dirigentes y sectores, es el intento de ganar puntos y hacer pagar costos políticos al adversario.

A cualquier costo.

Para empezar cabe destacar la afirmación del senador del MPP Charles Carrera que, a contrapelo de los planteos negociadores, arremetió contra las cifras oficiales acusando al gobierno de falsearlas. Obviamente esto generó una nueva polémica.

Las cifras según se recordó desde el oficialismo, fueron resultado del trabajo de quienes trabajaban en su elaboración durante los gobiernos del Frente Amplio. La intervención de Carrera dio lugar a una dura respuesta del nacionalista Sebastián De Silva, que acusó al propio Carrera de ser un experto en maquillaje de cifras durante su gestión en el Ministerio del Interior. «Lancôme, Avon, Nuvó y L’Oréal no maquillan tanto como hizo en su gestión”, replicó el legislador blanco

La propuesta más elaborada y que tuvo más impacto, sin embargo, fue la del precandidato de Convocatoria Seregnista Progresistas, Mario Bergara, para buscar una mesa diálogo con todos los partidos, quien incluso solicitó al presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, que hiciera el planteo formal a los demás partidos.

Pereira le dio la bienvenida a la idea y dijo que le parecía más que conveniente.

En una carta que envió a Pereira, Bergara sostuvo que debe procurarse arribar a una política común y delinear estrategias para “fortalecer” las condiciones de seguridad y convivencia ciudadana.

Bergara indicó que es posible “reconocer factores” nacionales “específicos” y otros que “responden” a una “realidad” regional. “Ambos forman parte de una misma problemática, interactúan y se potencian”, añadió.

Bergara destacó la “acumulación de homicidios”, la cantidad de asesinatos “por ajustes de cuentas entre bandas criminales y las muertes accidentales producidas por estos enfrentamientos representan, objetivamente, un estado de violencia consolidado y creciente”.

“El deterioro de la seguridad pública, el avance del narcotráfico y el debilitamiento de las condiciones de convivencia ciudadana son notorios”, aseguró el senador, quien añadió que esa realidad “afecta” en particular a los barrios populares.

Las réplicas, sin embargo, no se hicieron esperar, ni desde el oficialismo ni, llamativamente, desde la coalición de izquierda.

Desde el oficialismo se recordó que ya han existido experiencia de este tipo que el Frente no acompañó o entorpeció, mientras en el propio Frente quedó en claro la existencia de movimientos que priorizan la interna de junio.

Desde los sectores que acompañan a Carolina Cosse se cuestionó que estas propuestas no se hayan hecho en instancias formales del Frente como el Congreso.

Parece lógico que enfrentado a una interna y ante la realidad de que sectores que apoyan a Cosse manejan importantes estructuras de la coalición de izquierda, Bergara haya preferido saltearlas y realizar su planteo de forma directa para que no se le bloqueara por esos grupos que hoy representan las posturas más confrontativas En el fondo no es más ni menos que lo que hizo muchas veces Tabaré Vázquez ya desde la Intendencia.

Desde fuera del Frente, el precandidato colorado Andrés Ojeda le contestó aludiendo a situaciones pasadas. ”Estuvimos en 2023 seis meses sentados en una mesa multipartidaria en el Ministerio del Interior, todos los partidos. El Frente Amplio mandó un representante (Gustavo Leal) que básicamente bombeó y se negó sistemáticamente a todas las propuestas que allí existieron», dijo Ojeda a El País. «Y después -añadió- algunas de las propuestas a las que se negó a acompañar en el proceso multipartidario, las puso en el programa del Frente Amplio, o sea, el cinismo al extremo».

El senador Alejandro Sánchez, como se mencionó, también participo de esta polémica y se pronunció en favor de un diálogo bajo ciertas condiciones.

“Si no logramos construir una política integral de seguridad ciudadana, seguiremos fracasando. No hay recetas mágicas. En Uy estamos a tiempo, necesitamos seriedad, evidencia y que la seguridad deje de ser un tema electoral. Necesitamos un gran acuerdo nacional, político y social”, escribió en la red X.

El igual que Ojeda respecto a Bergara, pero en otros términos, le respondió el asesor del Ministerio del Interior, Diego Sanjurjo recordándole la convocatoria que hizo la cartera a los partidos políticos para diseñar una estrategia en conjunto a fines de 2022.

Las iniciativas recogieron, más allá de las polémicas, señales de apoyo de parte de actores de todos los partidos. Claro que, cualquier éxito en este sentido implica “despartidizar” el tema, aislarlo de la agenda electoral y también de los temas pendientes -muy relevantes- que involucran a oficialismo y oposición en el marco de la Justicia. Nada de ello parece fácil cuando ingresamos en el ciclo electoral que puede tener tres convocatorias en 2024 y otra en 2025. Y más aún cuando se cruzan otras discusiones como la de los allanamientos nocturnos.

La polémica, sin embargo, muestra que existe un acuerdo de fondo entre unos cuantos actores de partidos distintos, sobre la gravedad del tema, acerca de la impotencia para erradicar por completo fenómenos amenazantes como el narcotráfico y la necesidad de priorizar la seguridad de la gente sobre los réditos electorales.

No parece fácil que todo eso ocurra este año aunque sería deseable.

Habrá que ver qué es lo que realmente priorizan los líderes y candidatos a la hora señalada.