El primer veto

Por Leonardo Luzzi

17.12.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

Como en una partida de ajedrez los jugadores movieron y al parecer quedaron en tabla y todos más o menos satisfechos.

Eso ocurrió con el proyecto de Ley Forestal de Cabildo Abierto que luego de discutirse salió del Parlamento aprobado con los votos del partido impulsor y del opositor Frente Amplio en una alianza que, aunque coyuntural, llamó la atención.

Ya se sabe que el proyecto no prosperará porque fue vetado por el Poder Ejecutivo y no están los votos para que la Asamblea General lo anule.

De todos modos, estas jugadas no son gratuitas y el episodio, sin que haya generado una crisis política, puede dejar heridas entre los socios, que hoy se tratan de disimular.

Ya el presidente de la República Luis Lacalle Pou había avisado que vetaría el texto, no obstante lo cual Cabildo Abierto siguió adelante con un proyecto del que están convencidos para proteger a agricultores pequeños y a actividades como la lechería poniéndole un freno a la forestación para que ésta se concentre en tierras menos fértiles.

El Frente Amplio, seguramente convencido de la bondad de ese texto -aunque en 15 años de sus tres gobiernos no fue por ese camino – lo respaldó con sus votos, sabiendo también que al hacerlo metía una cuña en la coalición multicolor que la llevó a votar dividida.

En el oficialismo se le baja los decibeles a lo ocurrido.

Visto de afuera fue un hecho que tensó a la coalición, le generó cierta tirantez como algunos lo reconocen en voz baja, o como dijo el ex presidente Julio María Sanguinetti, fue un tropezón.

Luego de la votación Parlamentaria, el senador Guido Manini Ríos pidió reunirse con el presidente y éste lo invitó de inmediato a un encuentro al que el general quería ir con otros dos legisladores. Eso no fue aceptado así que los detalles y el tono de esa conversación lo conocen únicamente el mandatario y el senador.Cabildo Abierto sigue fiel a la coalición, expresó Manini Ríos después de bajar del piso 11 de la Torre Ejecutiva, y entiende que su grupo tiene derecho a impulsar proyectos que estén por fuera del compromiso firmado entre cinco partidos para el balotaje. Lo mismo explicó el presidente.

La gente de Cabildo, que tiene dos ministros en el gabinete, se hace fuerte en el Parlamento y hace valer sus votos (11 diputados y 3 senadores).

Lo mismo podría hacer el Partido Colorado que incluso tiene un senador más pero opta por una estrategia diferente.

Cabildo Abierto puso en duda respaldar en el Parlamento a un ministro interpelado, al de Transporte y Obras, por el acuerdo del puerto de Montevideo con Katoen Natie; impulsa otro proyecto para que tengan prisión domiciliaria los presos mayores de 65 años (y en ese grupo, detalle no menor, están los presos de la cárcel de Domingo Arena); fueron por las forestales y anuncian que irán por cambios al régimen de las Zonas Francas y beneficios que tienen multinacionales como las pasteras.

Los dirigidos por el ex comandante del Ejército levantan banderas que otrora eran del Frente Amplio e incluso las encuestas mostraron el pasaje de votantes del Frente Amplio al novel partido de derecha.

Las interrogantes se abren para el futuro sobre hasta qué punto Cabildo Abierto puede tensar la cuerda que mantiene unida a la coalición de gobierno y llevar al presidente a aplicar otros vetos.