La transparencia, lo político y lo jurídico

Por Alfonso Lessa

27.09.2021 | tiempo de lectura: 3 minutos

La acusaciones contra el diputado y ex ministro de Turismo Germán Cardoso, primero, y la divulgación del duro informe de la JUTEP sobre el Antel-Arena cuando presidía la empresa Carolina Cosse, después, trasladaron parcialmente el debate político hacia las presuntas irregularidades de jerarcas públicos. Esos dos temas en cierto modo paradigmáticos también tuvieron otro efecto: replantear los vínculos entre lo político y lo jurídico, entre las obligación hacia la ciudadanía de quienes integran órganos de contralor y los intereses de sus partidos, entre la ética y la transparencia y el mandato partidario.

Famosa se hizo la frase del ex presidente José Mujica cuando sostuvo que en determinadas circunstancias, lo político está por encima de los jurídico. Una desacertada frase que de hecho, en otros contextos, han aplicado y aplican los dictadores de cualquier signo. En aquel caso refería al ingreso por la puerta trasera de Venezuela al Mercosur, mientras Paraguay estaba suspendido del grupo.
La pregunta es si esto también se aplica en el terreno doméstico y si nos encontramos en casos ante los cuales se pueda asimilar tremendo principio.

Cardoso está en la mira por contrataciones presuntamente irregulares concretadas durante su gestión en el Ministerio de Turismo. La denuncia la realizó el director de Turismo, Martin Pérez Banchero, quien se negó a firmar contratos directos que vulneraran normas vigentes. Es decir, el denunciante fue un alto funcionario de la misma cartera, que dependía de Cardoso y antepuso la denuncia a su cargo. Eso es lo que parece y lo que se verá a lo largo de las investigaciones.

Esas denuncias llevaron a Cardoso a ser investigado en el Parlamento pero, en un contraataque poco habitual, también pasó a denunciante, poniendo sobre la mesa una serie de contrataciones realizadas en la administración pasada.

Esa doble condición de investigado y denunciante ha incrementado el malestar de la oposición sobre él.

Cabe recordar que las denuncias determinaron su inmediato alejamiento del Ministerio en un proceso en el que no apareció demasiado blindado de parte del oficialismo. Hasta ahora Cardoso ha sido su principal defensor, aunque fue apoyado en su carácter de denunciante. Pero viene predominando la cautela.

En cuanto a Cosse, el contundente informe de la JUTEP basado en una auditoría externa sobre la construcción del Antel-Arena, marcó graves irregularidades y apartamientos de las normas de transparencia.

Este informe, suscrito por el representante del Frente Amplio, el comunista Jorge Castro, vuelve a poner sobre la mesa la controvertida construcción del Antel Arena, declarada inconstitucional por el Tribunal de Cuentas, paralizada en un momento por Tabaré Vázquez y que tuvo un enorme sobrecosto de 63 millones de dólares referido a la estimación inicial.

El tema del Antel Arena generó controversias desde el momento mismo del incendio del Cilindro, ocurrido cuando no había sereno, y la posterior demolición, cuando, según connotados especialistas era salvable y posible de una modernización a un costo mucho menor.

El asunto está en la Justicia Penal y promete seguir en distintos ámbitos.

El informe de la JUTEP despertó una inmediata reacción en contrario, no sólo de Cosse que intentó descalificarlo, sino también especialmente del Partido Comunista y luego del propio Frente Amplio.

Dirigente del PCU -aliado de Cosse en las municipales pero no ahora en las internas del Frente debido la decisión de la intendenta de apoyar a Civila- han dicho que antes de votar en la JUTEP, Castro debió consultar al partido. Y la pregunta es: ¿realmente debió consultar al partido? ¿Es que el partido no lo designó confiando en sus cualidades? ¿En estas decisiones, entonces, debe pesar lo político partidario antes de cualquier otro aspecto?

Hubo mucho apuro en esta respuesta, repitiendo el error de casos anteriores. ¿Quienes han salido a cuestionar severamente el informe de la JUTEP y la auditoría, leyeron íntegramente estos documentos? ¿Tienen elementos técnicos para rechazarlos?

Y quienes apoyaron a Cardoso en su carácter de denunciante ¿conocen a fondo los elementos cuestionados por el ex ministro?

En todo caso, estos hechos exponen a sus actores al escrutinio de la gente. Pero no sólo a los protagonistas directos, sino también a sus sectores políticos, a las actitudes que asuman en función de los nuevos elementos y de las pruebas que vayan apareciendo.