Largó Orsi
Por Leonardo Luzzi
29.03.2023 | tiempo de lectura: 2 minutos
Más allá de los candidatos que vayan a competir, parece haber en la izquierda una estrategia de comunicación que intenta mostrar que se adelantaron las elecciones, dando por sentadas dos cosas: que el gobierno de coalición fracasó y que el Frente Amplio es el salvador del país.
Basta para ello escuchar a Fernando Pereira, que habla del triunfo del Frente y que se transformó en la cara visible que azota al gobierno todos los días, obligando, del otro lado, a dar respuestas defensivas.
El presidente Lacalle Pou, que recorre el país, pidió a los suyos salir a mostrar la gestión, lo hecho y lo proyectado, que —según se entiende en la Torre Ejecutiva— será la mejor carta de presentación del oficialismo confrontando “al relato con datos”.
Lo cierto es que recién está comenzando el tercer año del gobierno del presidente Luis Lacalle Pou y parece que falta poco para las elecciones, considerando que la campaña arrancó hace bastante, casi al otro día del 1º de marzo de 2020.
Hace unos días, el MPP, uno de los grupos grandes en el Frente Amplio, anunció que el intendente de Canelones, el tupamaro Yamandú Orsi, será su candidato presidencial para las internas. Se espera también la postulación de la intendente capitalina Carolina Cosse y hay otros en las gateras, como el senador Mario Bergara y el intendente salteño Andrés Lima.
En ese escenario apretado importará la definición que tomará el Partido Comunista, que puede proyectar a Óscar Andrade (eso está casi descartado) o apoyar a otro candidato. Todo indica que el PCU se inclinará por respaldar a Cosse.
De concretarse ese respaldo del Partido Comunista se igualará la intención de votos en la interna del Frente, que quedará polarizada entre Orsi y Cosse en un cabeza a cabeza.
Orsi aún no comunicó cuándo renunciará como intendente —cuando hoy habla, no se sabe si lo hace como jefe comunal o como candidato— y Carolina Cosse aún no confirmó su candidatura que se da por hecho.
En los demás partidos políticos, más preocupados por gobernar, también trabajan sobre sus figuras, pero se insiste en que no es tiempo de lanzarse a la pista.
Lo que se está dando es como en la vuelta ciclista cuando a poco más de la mitad de la carrera se escapan dos corredores y los demás participantes los dejan que hagan el desgaste sabiendo que el pelotón con los líderes los alcanzarán y surgirán otros velocistas.