Otra vez Cuba
Por Leonardo Luzzi
27.09.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos
“Cuba duele”, escribió el uruguayo Eduardo Galeano en la contratapa del semanario Brecha en abril de 2003. “No creo, nunca creí en la democracia de partido único”, sentenció Galeano con su pluma de izquierda en una columna donde también criticaba a EE.UU.
La tinta de ese artículo se derramó entonces sobre el régimen castrista y descolocó a unos cuantos en particular en Uruguay.
Y es cierto, Cuba duele, aunque de manera distinta según quien la mire si es de izquierda o de derecha, si cree en los principios de la democracia o no.
En aquel año 2003 no hubo por aquella sentencia mayores críticas de la izquierda oriental al reconocido escritor de Las Venas abiertas de América Latina, libro publicado en 1971. Más bien hubo silencio y tratar de dejar pasar el tiempo para que ese “Cuba duele”, no hiciera más ruido en otros oídos.
En ese abril del año 2003, cuando Galeano escribió su Cuba duele en Brecha, el gobierno castrista había decidido en un juicio sumario, es decir por orden de Fidel Castro, la pena de muerte a tres jóvenes que habían secuestrado un ferry en la Habana para escaparse a Estados Unidos.
Los agarraron antes de llegar a la libertad, los fusilaron y el castrismo dejaba así su mensaje a otros que, además de gomones para tirarse al mar y fugar, pensaran en asaltar lanchas para irse del país.
En esas semanas también fueron encarcelados en Cuba opositores y periodistas y enviados años a prisión.
Los años pasaron, la llegada de Fidel Castro al poder se dio en 1959 al derrocar a otro dictador Fulgencio Batista, pero los vientos de libertad siguen sin aparecer aún hoy por la isla.
Uruguay retomó las relaciones diplomáticas con Cuba en el primer gobierno de Julio María Sanguinetti (1985-1990), después el vínculo se cortó tras el cruce entre el Presidente Jorge Batlle (2000-2005) con Fidel Castro (1959 -2006), se reinició en el primer gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010) y continúa hasta hoy.
Ahora fue el presidente Luis Lacalle Pou el que en un foro internacional en México ante presidentes, marcó las carencias democráticas y de derechos humanos en Cuba, Venezuela y Nicaragua. También lo hizo en las Naciones Unidas pero ahí no nombró a ningún país.
Esos comentarios acusatorios de falta de democracia fueron considerados inaceptables para una parte de la izquierda uruguaya tal vez la misma parte que prefirió no decir mucho ante aquel “Cuba duele” de Galeano.