Referéndum: el gobierno arriesga más

Por Leonardo Luzzi

23.08.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

Partiendo de la base que habrá referéndum contra la Ley de Urgente Consideración (LUC), aunque la Corte Electoral aún está validando las firmas, se impone la pregunta: quién gana o pierde más políticamente si esos 135 artículos son mantenidos o derogados.

Los referéndum, más allá de la temática por la cual son convocados, tienden a convertirse en una pulseada entre oficialismo y oposición que se traduce entonces, lisa y llanamente, en una consulta entre los que están a favor del gobierno y los que están en contra.

Es decir, dejando por un momento de lado el contenido de esos 135 artículos, que además no todos los leerán a la hora de votar, la cuestión terminará en una medición de fuerzas entre la coalición multicolor y el Frente Amplio, que no sólo perdió las elecciones luego de 15 años al mando, si no que en todo este tiempo no encontró por donde golpear.

La Ley de Urgente Consideración, una norma ómnibus por la cantidad de temas que incluyó, abarcó buena parte del programa que impulsó el hoy presidente Luis Lacalle Pou. El texto original que salió de la Torre Ejecutiva fue modificado en el Parlamento, y en algunos puntos bastante, como en lo referido a los combustibles. El Presidente y su equipo la consideran una ley “buena” y saldrá a defenderla.

Es que una derrota significará un golpe directo a varias de las propuestas de campaña que lo llevaron a ganar las presidenciales. De ahí el alto riesgo al que se expone la administración. La eventual derogación será también un mensaje de la población que le dirá que por ese camino no es.

Sin embargo, una victoria de los multicolores, es decir que el referéndum no tenga los votos y por tanto la ley seguirá vigente como hoy, será un voto grande de confianza al Ejecutivo. En ese caso, la ciudadanía le renovará el apoyo y ratificará el rumbo trazado.

Cuando comiencen las discusiones por la LUC, el gobierno deberá seleccionar qué otros proyectos impulsará o cuáles dejará para atrás al menos por un tiempo. En las gateras está por ejemplo la reforma del sistema de seguridad social.

Para el Frente Amplio lo que está en juego es distinto. Haber alcanzado con el Pit-Cnt firmas ya fue una primera victoria política. Y la más grande, que frenará al gobierno, será si obtiene los votos de la población para derogar los 135 artículos en cuestión.

Si en cambio, la izquierda pierde el referéndum, será un golpe pero no una derrota tan grande como a la que está expuesta la administración del presidente Lacalle Pou.

Antonio Cardarello, analista político de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, comentó para este artículo que “con la pandemia bajando y luego de juntarse las firmas, la oposición se siente más cómoda y libre para salir a criticar al gobierno. El año pasado la oposición no realizó interpelaciones y este año ya hubo dos.

Cardarello entiende que “ gobierno siempre tuvo la iniciativa, al menos hasta ahora, hasta las firmas. Y el Frente Amplio no había logrado meter ningún tema en la agenda”.

Para la discusión el gobierno tiene a favor el manejo de la pandemia y los resultados obtenidos en seguridad. También defenderá los cambios en educación y la portabilidad numérica. El Frente Amplio golpeará por el lado de la economía y el aumento de los combustibles con el nuevo sistema de fijar las tarifas. Y en ese ida y vuelta, recordó Cardarello, que “el voto uruguayo es básicamente económico”.