Dos estrategias: colorados y cabildantes

Por Leonardo Luzzi

05.09.2021 | tiempo de lectura: 2 minutos

El viejo Partido Colorado y el nuevo Cabildo Abierto, que parecen competir por un electorado parecido, despliegan estrategias disímiles para gobernar.

También se posicionan de manera distinta ante el presidente Luis Lacalle Pou y la opinión pública, que en definitiva es la que vota.

Veamos.

Decisiones y avatares políticos golpearon a los colorados, que rápidamente intentaron rearmarse como si no hubiera pasado nada. Lo cierto es que, en un año y medio, los tres ministros colorados que empezaron el 1º de marzo de 2020 ya no están.

Cuestiones personales, políticas y denuncias entre correligionarios hicieron que Ernesto Talvi, Carlos María Uriarte y Germán Cardoso salieran del gabinete. El tiempo dirá el impacto que esos hechos tendrán en el Partido y cómo los tomará la población.

De todas formas, del reacomodo surgió que las dos grandes vertientes del partido, representadas en Batllistas y Ciudadanos, tienen ahora a sus referentes principales ocupando cargos que les dan un trato directo con el presidente.

Tabaré Viera (Batllistas) pasó a ser el ministro de Turismo, y Adrián Peña (Ciudadanos) está en Ambiente. Ellos son los que tratarán de incidir, desde adentro, en el gobierno.

Detrás, en la secretaría general, está Julio María Sanguinetti, el hombre vértice en la pirámide colorada.

Mientras tanto, Cabildo Abierto, que estratégicamente no aceptó que su principal figura, el general Guido Manini Ríos, fuera ministro de Estado, juega en otra cancha, con más libertad, aunque manteniendo la lealtad al presidente y a la alianza multicolor.

A diferencia de los colorados, Cabildo Abierto sorprendió con algunos proyectos que están por fuera del acuerdo multicolor, su gente está en los medios, el general va seguido al piso 11 de la Torre Ejecutiva, plantearon un documento sobre seguridad, hacen saber su punto de vista, redactaron una nueva ley forestal que molestó a la coalición y forzó la inclusión de una cláusula en el contrato con Katoen Natie, cuando sus votos eran clave para respaldar al ministro de Obras en la interpelación.

Tampoco dieron sus votos al Partido Independiente cuando su diputado Iván Posada impulsó tratar como asunto político un agravio surgido desde el Frente Amplio. Esa actitud política volvió a molestar a los socios de la coalición.

En la opinión pública recibieron varios golpes, tras investigaciones periodísticas, en particular del semanario Búsqueda, por dichos de dirigentes que tuvieron que retractarse o dar un paso al costado. Fue el caso de un jerarca de Cabildo en ASSE, que reconoció haber formado una estructura paralela con 135 cargos y fue cesado.

Los cabildantes tienen dos ministros: uno político, Irene Moreira, en un área sensible como es vivienda, y uno técnico, en Salud, Daniel Salinas, quien logró el apoyo ampliamente mayoritario de la población por su gestión en la pandemia. En el Parlamento dejaron a Manini Ríos con tiempo para recorrer el país y manejarse a sus anchas.

El tiempo dirá qué estrategia dio más resultado.